Por Helga Moltavan
La Feria Internacional de Artesanía (Fiart) volvió a tomar Pabexpo, para ofrecer al público habanero y del país las producciones que promueve el Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC); esta vez con la particularidad de estar dedicada especialmente a las obras llegadas de artistas y artesanos de Matanzas, con un enfoque distintivo para la cerámica artística de la provincia.
La convocatoria que en esta ocasión hizo Fiart a los artesanos artistas yumurinos es un reconocimiento a la huella innegable de la cerámica, incuestionable en la escultura nacional, al legado portador de valores culturales de los recursos del mar, al quehacer esteticista de las piezas en madera, los trabajos de sus diseñadores de vestuario; en fin, todo un arsenal de obras valiosas que representan una identidad local.
De hecho, las piezas evocan varias condiciones que son inherentes a Matanzas: la presencia fundamental de la herencia africana, el aliento neoclásico decimonónico, la impronta vanguardista, la instancia del mar, la concurrencia eficaz del choteo guajiro. Todas aparentemente encontradas y sí contrastantes, que marcan en su conjunto una imagen única lidereada por la visión de la columna de la Concordia de la Ciudad de los Puentes.
La cerámica artística matancera parte del núcleo fundacional que se dio en su momento en el taller de cerámica de Varadero, y aporte de sus hacedores: Osmany Betancourt (el Lolo), Edel Arencibia, Luis Grasso (Zulimo), Eugel Díaz, Sergio Mario González, Lázaro Zulueta, Walbert E. Lizano y Osley Geilin.
La amplia exposición de esa región en Pabexpo muestra las producciones recientes que han sido configuradas por el anclaje de los dos polos turísticos de Varadero y la Ciénaga de Zapata. Estamos hablando de la tradición del humidor, que tiene representantes fundamentales en las creaciones de Julio Vizcaíno, Alfredo López y Andrés Ciecielski; de la producción autóctona de fibras y semillas de San Miguel de los Baños, los ensambles en madera de la zona sur de la provincia, los objetos decorativos en la maestría de la familia Calderón con los recursos del mar, el trabajo en metal deudor de los efectos neoclásicos, el diseño de la moda de veraneo en vestidos, camisas y carteras, entre otras.
Además, el público puede disfrutar y adquirir las internacionalmente reconocidas Ediciones Vigía —de libros manufacturados— y de las propuestas de la galería El Retablo, distintiva por el diseño de títeres del teatro guiñol; también otras producciones artísticas que identifican a la provincia, desde los nombres indispensables del desarrollo de las artes visuales en las personalidades de Manuel Hernández, Agustín Drake y Sergio Roque, quienes valorizan la muestra.
En este empeño, la exposición cuenta con obras de arte, artesanías decorativas y objetos de uso cotidiano, que harán lugar en la feria cual Calle del Medio, ícono urbano de la Ciudad de los Puentes; que se inserta con el propósito de reflejar la identidad visual más fidedigna.
Con estos precedentes llegó a la capital una valiosa representación de Matanzas en ocasión de Fiart, confiando en que las obras expuestas hablen por sí solas y dejen llegar el influjo de la fuerza espiritual de lo que hacen los matanceros allí y ahora.