Insatisfacciones con el servicio de transporte obrero es el denominador común de diversas cartas de trabajadores del turismo recibidas entre el pasado y el presente año. Solo las más recientes, publicadas bajo el título Mal servicio sin respuesta, motivaron una contestación positiva de Hugo Morejón Deyá, director general de la empresa Transmetro.
Sobre los planteamientos de Oscar Lage Flores, especialista de calidad de la empresa Islazul en las playas del este habanero, informa que estabilizaron las prestaciones a partir de la incorporación de nuevos ómnibus.
Asimismo explica que para evaluar las denuncias de Maikel Lázaro Jiménez Moreira, técnico en calidad y atención al cliente del hotel Meliá Jardines del Rey, de Ciego de Ávila, crearon una comisión que analizó los hechos y dictó varias medidas organizativas ajustadas a las condiciones de Transmetro y de los clientes, que permitieron mejorar la transportación y el orden.
Se verificó —añade—, que el chofer del ómnibus se opuso, sin justificación, a que Maikel ocupara uno de los asientos y eso provocó un altercado en presencia del resto de los compañeros. Como esto constituye una infracción de la disciplina, el conductor fue trasladado temporalmente a otra plaza de menor remuneración o calificación, con derecho a reintegrarse a su puesto.
A su vez, la comisión de cuadros decidió amonestar al director de la unidad empresarial de base (UEB) ante el consejo de dirección, al considerar que aquella sanción no se correspondía con el suceso.
Con relación a otro planteamiento del lector, el funcionario afirma que nunca han incumplido por falta de combustible, sino por la inestabilidad técnica del parque automotor, que con 155 ómnibus de alta debe cubrir 178 salidas diariamente.
Se comprobó también que algunos choferes cobraban 1 CUC por reservar o guardar asientos al personal, lo cual motivó la separación definitiva al que le probaron el delito, y multa del 25 % del salario de un mes, en el caso en que no pudo demostrarse dicho pago.
Toda esa situación fue informada a los choferes, quienes saben que está prohibido separar asientos, lo cual clasifica como una violación grave, y así consta en el reglamento disciplinario.
Esperamos que las soluciones no sean en vano y que tanto los transportistas como los trabajadores del turismo contribuyan a mantener un servicio de calidad.