El ron cubano quiere conquistar Asia

Un espacio privilegiado en el Pabellón Central de Fihav 2015 ocupa la Corporación Cuba Ron S.A, encargada de producir, comercializar y exportar ron, uno de los productos que distingue a la nación. Su decoración, con toneles y telas de araña, nos remite a las añosas naves donde celosamente se fabrica el Havana Club, el Santiago de Cuba, el Caney, el Cubay y el Varadero, tragos todos de reconocimiento mundial.

El ron, que identifica comercial y culturalmente a la Mayor de las Antillas, aporta unos 150 millones de dólares de ingresos a Cuba, y para el 2020 se espera que la cifra alcance los 200 millones. Todo gracias al arte de quienes durante décadas han administrado el misterio que nace en los campos de caña y termina en la gente, en sus tradiciones y cultura.  Pero cada vez el mercadeo, ese que también posee secretos,  tiene una preponderancia mayor y pone en vilo la creatividad de empresarios y comerciantes encargados de darle al producto un empaque que esté a su altura. Es entonces cuando la Feria Internacional de La Habana deviene en vitrina donde exhibirse y probarse, tal como por estos días hace Cuba Ron.

Luego de muchos años consolidando varios espacios, entre ellos el mercado europeo, la empresa ha puesto el ojo en el mercado asiático. Hacia ellos se dirigen con sus productos tradicionales de alta gama y especialmente con las novedades del 2015: el Santiago 500, y los Extra Viejo y Reserva 1870, de Cubay.

“China, Singapur y otros territorios de la región asiática son mercados de alto poder adquisitivo, pero en ellos no está desarrollado el consumo del ron tipo cubano, eso requiere invertir —explicó a Trabajadores Juan González Escalona, presidente de Cuba Ron y  de Havana Club Internacional—. La Feria nos permitió iniciar las conversaciones con los representantes de esa región en ediciones anteriores, luego seguimos negociando, y esta semana firmamos el primer contrato de venta. Es un verdadero desafío pues no habíamos conseguido entrar ni siquiera con nuestra marca líder que es Havana Club.

“El Santiago 500 es la joya más grande que se haya embotellado en la historia de Cuba —explica apasionado González Escalona—, es un producto de alta imagen, de mucho lujo, que se fabricó para homenajear el aniversario de esa ciudad oriental. Lo presentamos allí mismo en julio, pero su versión comercial aparece en la Feria por primera vez”.

“Del 500 hemos hecho una producción chiquita —añade—, se hizo con las bases más añejas de las 8 generaciones de ron ligero que han existido desde que se inventó en Santiago de Cuba. Eso es algo que no debe alterarse, por eso las producciones serán limitadas, y tendrán un precio acorde a la calidad del producto”.

Acerca del las nuevas variedades de Cubay, el presidente de Cuba Ron explicó que “el Extra Viejo nació de la conjunción de tragos muy famosos, uno de ellos es el Exquisito, nombre que le puso el Comandante en Jefe,  combinado con otras cosas que son parte del know how que nadie revela”; mientras que el Reserva 1870 es un “extra añejo plus 20, fabricado para homenajear el nacimiento del ron ligero en el centro de la isla, específicamente en Cienfuegos”.

“Ambos tragos son hechos en la Ronera Central, donde se fabrican los Cubay —dijo—. La instalación fue inaugurada en 1972, hecha por la Revolución, igual que la de Santa Cruz y la de San José, con ellas aumentó sensiblemente la capacidad de producción en Cuba”.

Entre los anaqueles de Cuba Ron en Fihav aparece además el trago Isla del Tesoro, de atractivo envase: “Existe desde hace mucho tiempo —asegura González—, aunque suele emplearse como un regalo distinguido, de primer nivel. Este año hicimos una pequeña producción para preservar los registros marcarios, de otra forma los perderíamos. Actualmente se vende en Cuba y en España”.

¿Qué distingue a los rones cubanos?

“En Cuba tenemos siete Maestros roneros, designados por Cuba Ron. Su función es cuidar esa cultura de la fabricación iniciada con el ron ligero en Santiago de Cuba, que fue creado en 1862 por Don Facundo Bacardí y otros maestros. Siempre hemos hecho el ron igual, nunca le ha faltado ningún eslabón a esa cadena  y eso tiene un gran valor cultural y patriótico. Ningún Maestro ronero se ha ido de Cuba, en ninguna época, y eso no tiene que ver con la política, sino con el amor a la tierra y otro sinnúmero de cosas que a veces pienso que constituyen una especie de religión”.

¿Tendrá La Habana su ron 500 Aniversario?

“No lo dude, la capital tendrá en el 2019 un ron como el que se merece. Aún no tenemos detalles del empaque, pero el 500 de La Habana hace muchos años que está añejándose en la bodega”.