“Si realmente deseamos encontrar una solución duradera al fenómeno de la migración se necesita de la cooperación entre Estados a nivel bilateral, regional e internacional, reconocer la responsabilidad compartida de todas las naciones en la atención a un problema de naturaleza global.”
Así expresó la diputada Yolanda Ferrer Gómez, jefa de la delegación cubana a la 133 Asamblea de la Unión Interparlamentaria, al intervenir en el debate general que tiene lugar en el Centro Internacional de Conferencias de Ginebra, Suiza.
La legisladora, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba, calificó el fenómeno de la migración ilegal como uno de los principales problemas que enfrenta el desarrollo humano en el siglo XXI.
Citó al Presidente cubano, Raúl Castro Ruz, cuando recientemente ante la Asamblea General de la ONU afirmó que “las oleadas migratorias hacia Europa constituyen una consecuencia directa de las acciones de desestabilización que la OTAN promovió y ejecuta en países del Medio Oriente y África del Norte, y del subdesarrollo y la pobreza imperante en países del continente africano. La Unión Europea debe asumir, de manera plena e inmediata, sus responsabilidades con la crisis humanitaria que ayudó a generar”.
Añadió que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha hecho una alerta de las posibles consecuencias desastrosas que la llegada del invierno y las bajas temperaturas tendrán para las decenas de miles de personas que están llegando a Europa.
El camino a Europa en precarias embarcaciones, cruzando fronteras o por el desierto del Sahara, es una de las peligrosas rutas empleadas por los migrantes, cuyos viajes están llenos de riesgos y dolor, pues se exponen a la muerte, la violencia y los abusos de los traficantes, señaló Ferrer Gómez.
Precisó que cerca de la mitad de todos los migrantes internacionales vive en solamente 10 países, y el mayor número
— 46 millones, de ellos 12 millones de indocumentados— reside en Estados Unidos, donde sufren todo tipo de discriminaciones.
Dijo que otro problema alarmante es la trata de personas, que se ha convertido en uno de los negocios clandestinos más lucrativo del presente. Las ganancias que reporta ese delito ascienden a unos 32 000 millones de dólares al año, al tiempo que se calcula que en el mundo cerca de 30 millones de seres humanos viven como esclavos.
Otra anomalía en el campo migratorio es el robo de cerebros, expuso la oradora, y citó al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, cuando aseveró: «Las tendencias a la privatización del conocimiento y a la internacionalización de la investigación científica en empresas subordinadas al gran capital han ido creando una especie de apartheid científico para la gran mayoría de la humanidad.»
La diputada cubana comentó que de los 150 millones de personas que participan en actividades científicas en todo el orbe, el 90 % se concentra en las siete naciones más industrializadas, por lo que la producción de conocimientos es cada vez más monopólica.
Recordó el vertiginoso aumento del racismo, la xenofobia y la violencia, y sentenció que los muros y las barreras que hoy se construyen pueden obstaculizar la migración, pero no resuelven las causas por las cuales poco más de una sexta parte de la población mundial (más de mil cien millones de personas), está afectada por los fenómenos migratorios.
“La comunidad internacional debería demandar políticas para enfrentar las causas y consecuencias que originan estas grandes oleadas migratorias; garantizar la protección a su integridad física y proteger a las naciones pobres de esas evasiones. De lo contrario, desde ahora ya se puede predecir que no será posible lograr los objetivos de desarrollo sostenible”, concluyó la parlamentaria.
Este miércoles será la jornada de clausura de la 133 Asamblea de la Unión Interparlamentaria, fecha en que se conocerán los informes de las Comisiones permanentes, se adoptarán las resoluciones correspondientes y finalizará el debate general.