Más de tres años después de cerrar sus puertas a los eventos deportivos, los trabajos realizados en la sala polivalente Ramón Fonst para la colocación del nuevo tabloncillo parecen llegar, finalmente, a su conclusión.
Exactamente el 10 de marzo de 2014 nuestras páginas publicaron un primer acercamiento al proceso inversionista de la obra. 19 meses más tarde regresamos al lugar para constatar los cambios.
Por entonces el antiguo foso del tabloncillo voladizo mostraba la imagen de una garganta de dimensiones espantosas, repleta de dados de cemento y vigas de acero. Ahora, con 45 centímetros de relleno, hallamos una superficie lista para recibir los trabajos de carpintería.
Según explicó Julio Tondique, jefe de la brigada ESI-1 a cargo de los trabajos constructivos, la primera etapa del proyecto se centró en la renovación total del tabloncillo de madera y la construcción de un vial de acceso a la instalación.
“Esto último se terminó hace nueve meses, posee tres metros de ancho y podrán pasar carros de pequeño y mediano porte, y desde hace más de 60 días se completó el relleno y la capa de hormigón que servirán de base para el tabloncillo”, resumió.
El foso de la Fonst tiene un área de mil 56 m² y precisó de alrededor de 475 m³ de relleno, repartidos en tres capas: una primera de macadam, una intermedia de mejoramiento y un terminado de hormigón de entre 15 y 20 centímetros de grosor.
Actualmente, de las actividades constructivas solo resta culminar la acera perimetral que bordeará el área de madera y cubrirla con losas monocapa. Tondique recalcó que, tal y como sucediera con el vial y el foso, la gran demora se debe a la intermitencia en la entrega del hormigón necesario.
Al retraso en los planes también contribuye que en más de una oportunidad los obreros de la brigada —pertenece a la ECOA 53— han sido movidos hacia otras tareas, relacionadas fundamentalmente con la edificación de viviendas en el municipio de Cotorro, según confirmaron Tondique e Isidro Patterson, este último director de la instalación desde el 17 de diciembre del 2014.
Aunque Mario Francisco Guiardenón, exdirector de la sala explicó a Trabajadores en marzo de 2014 que para noviembre de ese mismo año se podría haber terminado el tabloncillo, lo cierto es que tal planificación se retrasó casi un año.
Patterson comentó la idea de que el tabloncillo sea instalado antes de finalizar el 2015 y tenerlo listo para acoger eventos deportivos programados para enero del 2016. No obstante, aún restan cuestiones por resolver, como la situación de algunas zonas de la cubierta de la sala, que provocan goteras puntuales.
En tal sentido agregó que la Empresa de Producción de Materiales (Empromap), contratada para la instalación del tabloncillo, solicitó una carta en la cual se explicitase la disposición de la entidad para colocar la madera antes de solucionar los problemas de la cubierta.
“Estas filtraciones no son de gran magnitud, así que una vez montado el tabloncillo los trabajadores nos encargaremos de tomar las medidas para que la lluvia no afecte”, afirmó el director.
Ello resulta contradictorio, pues una de las condiciones indispensables para la correcta conservación de las superficies de madera es que estén protegidas de las lluvias. Además, sería poner en riesgo una inversión para la que fueron aprobados inicialmente 1 millón 200 mil CUP y 300 mil dólares.
Por otra parte, si bien el tabloncillo es hoy la máxima prioridad de la Fonst, las aspiraciones no finalizan en la cancha. En una segunda etapa —proyectada para iniciarse en 2016— también se incluyen acciones de restauración en la cubierta, la pintura de toda la sala, la reactivación de las redes eléctrica e hidráulica, y la puesta en funcionamiento de la cafetería La Picola, un área de oficinas y los camerinos de los atletas.
Aunque el panorama de la sala Ramón Fonst ha tenido una mejoría notable, lo cierto es que los plazos de entrega continúan acumulando retraso. Una vez más, quedamos a la espera.
La lògica indica que antes de montar el tabloncillo que ha costado tanto, como bien subraya el periodista, se deberia empezar por restaurar todo el techo de esta instalaciòn para eliminar las goteras, y dejarse de querer correr ahora y echar todo a perder haciendo las cosas al reves.