El panel titulado Religión, valores humanos y Revolución, moderado por la doctora Dolores Guerra, del Instituto de Historia, se desarrolló este miércoles durante la celebración del Simposio Internacional La Revolución Cubana, Génesis y Desarrollo Histórico, que tiene lugar en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En el participaron el Doctor Enrique Alemán Gutiérrez, presidente de la Asociación Quisicuaba; el reverendo Pablo Odén Marichal, Coordinador de la Plataforma Interreligiosa Cubana y el Reverendo Raúl Suárez Ramos, director del Centro Memorial Martin Luther King.
En su intervención, el reverendo Raúl Suárez hizo referencia a la voluntad política de la generación que hizo la Revolución de garantizar la comprensión de las iglesias a favor de la unidad, y mencionó varios ejemplos ilustrativos, como las palabras del Che en la despedida de duelo de Osvaldo Sánchez y otros dos combatientes, en 1961, cuando dijo: “Esta es la historia, es la fe revolucionaria por la cual dieron su vida un hebreo, un católico y un compañero sin religión, esa es la religión de nuestra Revolución: la unidad.”
Citó igualmente la crítica hecha por Fidel en 1962 en el acto por el aniversario de las acciones del 13 de marzo, cuando al mencionar el testamento político de José Antonio Echeverría se eliminó el nombre de Dios. “El invocar sus sentimientos religiosos —si esta frase fue expresión de ese sentimiento— no le quita a José Antonio Echeverría nada de su heroísmo, nada de su grandeza y nada de su gloria”, expresó entonces el Comandante en Jefe.
Habló además el reverendo del empujón que significó para él en el proceso de concientización, el libro Fidel y la Religión, de la importancia del IV Congreso del Partido a partir del cual hay cristianos militando en el Partido y militantes comunistas en la iglesias, y la decisión del Parlamento de que el Estado cubano recuperara su condición tradicional de Estado laico, pasos todos que contribuyen a la unidad entre cubanos creyentes y no creyentes.
El reverendo Pablo Odén Marichal al abordar el tema de los valores hizo referencia a una frase que se repite a menudo: pobre, pero honrado y aclaró que esa es una idea de la sociedad burguesa, una manera de decirle al pobre que se resignara a su condición, mientras que el patrón se apropiaba de la plusvalía y se volvía rico, pero era ladrón.
Opinó que debemos de reinterpretar los valores porque la Revolución se hace para cambiar los paradigmas del pasado.
Por su parte, el Doctor Enrique Alemán se refirió al valor de la espiritualidad a que está dentro de la concepción simbólica de la nación cubana.
Consideró que los valores humanos no están perdidos, lo que olvidamos a veces trasmitirlos, agradeció a todas las denominaciones religiosas que están trabajando por la Cuba de hoy, en pos de la obra maestra de la unidad, derechos humanos y sociedad civil que es la Revolución.
Otro panel que tuvo lugar en el Simposio Internacional abordó las transformaciones actuales en Cuba y algunos impactos en la sociedad, desde el punto de vista económico, político, ideológico y cultural, lo que incluyó un análisis de la visión existente en el exterior acerca de estas transformaciones que se están operando en nuestro país.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …