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Poco más de seis meses lleva Salvador Domingo Beltrán Martínez, vecino de la calle 84, No. 523 A entre 5ta. B y 7ma., Miramar, en el municipio habanero de Playa, en espera de que se cumpla la ley.
Después de un largo recorrido a través de las instancias establecidas, la causa de sus desvelos sigue en pie: un muro levantado ilegalmente por su vecina en la casa colindante.
La construcción, que deja solo 5 centímetros de separación entre las viviendas, limita la claridad y la ventilación de su casa. Además, en la etapa lluviosa favorece la penetración “excesiva” del agua, lo que ha originado graves consecuencias al inmueble, explica en su misiva.
El 13 de marzo del año en curso la compañera fue multada y se le notificó que debía demoler dicho muro antes de 72 horas, lo que aún no ha sucedido, señala el remitente.
A partir de ese momento, agrega, recibió la visita de varios inspectores de las direcciones municipales y provinciales del Instituto de Planificación Física (IPF) y del vicepresidente de Construcción y Enfrentamiento a las Ilegalidades de la Asamblea del Poder Popular del territorio.
También se dirigió a Atención a la Población con fotos y cartas para que las entregaran al Consejo de la Administración Municipal (Cam) y al IPF a nivel nacional, quienes trasladaron su queja al Consejo de la Administración Provincial (Cap), pero ninguna gestión fructificó.
En solidaridad con Salvador los vecinos enviaron una carta a la oficina de Atención a la Población del Partido en La Habana, de donde les comunicaron que la queja había sido enviada para el Cap y el Cam.
Pese a las respuestas y gestiones lo legislado sigue sin ser cumplido, y el lector se pregunta: ¿hasta cuándo?
Como esta suman varias cartas recibidas y tramitadas que denuncian situaciones similares. Esperamos una solución inmediata al que podría parecer un conflicto de vecinos, pero suscribiendo lo planteado por el reclamante, es muestra de que cuando “las autoridades pertinentes no hacen uso de sus prerrogativas para hacer valer la ley, el orden y el respeto, los indisciplinados toman fuerza y arrinconan a quien tienen por delante”
Estimada periodista Ariadna Pérez: He leído su articulo titulado «Derribemos los obstáculos» el cual hace referencia a la supuesta ilegalidad cometida contra Salvador Beltrán. Mi nombre es Eduardo Ojito Magaz, quien tiene dirección domiciliar en la calle 84 # 525 e/ 5ta B y 7ma. No se si usted fue a mi vecindario a hablar con las personas, pero lo que si se es que usted a casa de mi madre no fue, la cual la hace ser PARCIAL en sus análisis. No obstante déjeme ayudarla mas. La casa de mi madre es una propiedad legalmente registrada, no posee violaciones urbanísticas, no hace uso de muros perimetrales, y tiene una demarcación por muros y cercas. Desde hace un año mi madre ha estado yendo a todos los órganos del país ( Vivienda, Planificación Física, Consejo de la Administración de Playa) para que se emita un dictamen técnico sobre la vivienda que usted refiere Calle 84, No. 523 A entre 5ta. B y 7ma., Miramar. No acostumbro a escribir al periódico pues me parece que en Cuba, pienso yo existen los procedimientos y las estructuras necesarias para dar respuestas a las denuncias, no obstante le diré que en dicha vivienda se detectaron violaciones del gas manufacturado que pasaban por dentro del perímetro de la casa de mi madre, se detectaron problemas con las tuberías de agua que también pasaban por dentro de la propiedad de mi madre así como otras ilegalidades que no mencionare pero que están todas documentadas. Solo pienso que fue apresurada su decisión de publicar su articulo sin preguntar a la otra parte. La invito a la casa de mi madre para que conozca la otra cara de la historia.
El SILENCIO ADMINISTRTIVO existe.
Saludos
Eduardo Ojito Magaz.