Los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluyen, con sobrada razón, metas fundamentales para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, según recoge un mensaje del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en ocasión del Día Internacional de las Niñas a celebrarse el próximo 11 de octubre.
A juicio de Ban, expresado en el comunicado, los objetivos aprobados en la Asamblea General, ofrecen una oportunidad para alcanzar un compromiso mundial que interrumpa la transmisión intergeneracional de la pobreza, la violencia, la exclusión y la discriminación, y haga realidad nuestra visión de una vida digna para todos.
El dipomático instó a la comunidad internacional a poner en marcha las metas y cumplir las promesas a fin de dar a las niñas todas las oportunidades que merecen en su camino hacia la edad adulta que habrán alcanzado en 2030.
Señaló la necesidad de evitar el matrimonio infantil y los embarazos no deseados, de protegerse contra la transmisión del VIH y contra la mutilación genital femenina y de adquirir la educación y las aptitudes necesarias para desarrollar su potencial.
Precisó la importancia de velar por su salud sexual y los derechos reproductivos de ese sector poblacional. Todas las niñas -indicó- estén donde estén, deben poder llevar una vida libre de temor y violencia. Si logramos este avance para las niñas, veremos avances en toda la sociedad, afirmó.
El mes pasado, justo después de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuyo alcance es global, los líderes mundiales escucharon la llamada urgente de Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, arropada por jóvenes de todo el mundo en el Salón de la Asamblea General.
Ella pidió encaricidamente que cumplir los compromisos e invertir en el futuro de las niñas.
En su misiva, Ban recordó que hace tres años, en el Día Internacional de la Niña, condenó la agresión contra Malala y pidió más oportunidades para las niñas en todo el mundo. Hoy aplaude su valor y la de quienes la acompañan, que solo quieren tener la oportunidad de contribuir al bienestar del mundo.
Llamó a invertir en las adolescentes para que mañana puedan mostrarse firmes como ciudadanas, dirigentes políticas, empresarias, cabezas de sus familias y mucho más. De ese modo, garantizaremos sus derechos y nuestro futuro común, concluyó.