Los sueños vuelan juntos

Los sueños vuelan juntos

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 Al centro, el presidente nacional de la Anir, Alfredo Machado, junto a parte del colectivo del hospital Leonor Pérez. Fotos: Agustín Borrego Torres
Al centro, el presidente nacional de la Anir, Alfredo Machado, junto a parte del colectivo del hospital Leonor Pérez. Fotos: Agustín Borrego Torres

 

Ivón Paget miró al hombre con sorpresa: “Doctor, ¡usted salvó a mi hijo! ¿Su nombre no es Félix?”. Él la miró y le respondió: “¿Verdad?  Es que han sido muchos los niños que han pasado por mis manos”.

“Mi bebé estaba mal, con un asma crónica muy fuerte, nunca se me va a olvidar. Usted me dijo, con seguridad, ‘dámelo, va a estar bien’, Y lo llevó para terapia. Ahora es un muchacho tremendo, con 23 años. Siempre voy a estarle  agradecida”, dijo y unas lágrimas cargadas de emoción brotaron en sus ojos.

La conversación transcurrió mientras hacíamos la visita al hospital pediátrico Leonor Pérez, en el capitalino  municipio de Boyeros. Son miles y miles  las personas que conocen al doctor Félix Cruz Romero, pediatra de 74 años,  que aún labora en esa institución.

El doctor Félix Cruz Romero, pediatra de 74 años, aún se mantiene laborando en la institución. Fotos: Agustín Borrego Torres
El doctor Félix Cruz Romero, pediatra de 74 años, aún se mantiene laborando en la institución. Fotos: Agustín Borrego Torres

 

Cuenta que en 1970 se graduó y ocho años después  concluyó la especialidad. “A raíz de la epidemia  del dengue hemorrágico, ocurrida en  1981, el Comandante en Jefe nos visitó, peligraba la vida de varios niños,  él estaba muy preocupado; felizmente  no tuvimos ninguna pérdida”, enfatizó el querido médico, quien ostenta la  condición de Talento de Oro conferida  por la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir).

El profe, por sus méritos y experiencia, preside ese movimiento en el  centro. Asegura que los aniristas, con  su creatividad han dado solución a lo  largo de décadas a disímiles problemas presentados no solo en el área  clínica, sino también en cuestiones  relacionadas con la tecnología.

Y es que este sector tuvo que enfrentar, desde los primeros años de  la Revolución, los efectos del bloqueo  económico, comercial y financiero,  impuesto a Cuba por Estados Unidos. “En la última edición de nuestro  fórum de ciencia y técnica presenté  un trabajo llamado Punción lumbar  fallida, necesidad de aprendizaje, el  cual recibió premio”, comentó Félix.

“Ahora soy vicedirector docente y trabajo en la sala de apoyo vital que está muy linda. Ahí llegan los niños que tienen un estado más grave. Lo mío siempre ha sido salvar vidas”, apuntó el experimentado galeno.

Creatividad a toda prueba

Con la fachada recién restaurada, el hospital pediátrico Doña Leonor Pérez, fundado a inicios de 1930, es orgullo de sus más de 300 trabajadores. Una pintura al óleo y un busto de la madre de  José Martí, mariposas frescas que le  rinden honor y una pulcritud que resalta a primera vista, reciben al visitante  en la octogenaria instalación.

“Dialogamos con algunos de los vecinos más antiguos del reparto Lugardita para saber cuáles fueron los colores originales que tenía  la entrada y así lo preservamos”, apuntó la doctora Sara Pittí, directora del centro.

La doctora se refirió a las recientes remodelaciones ocurridas en la  institución y entre ellas significó el  rescate de una de las salas donde se  atienden a los casos febriles, la restauración del banco de leche, que  funciona a plena capacidad, y la rehabilitación de la lavandería, la cual  presentaba peligro de derrumbe y  ahora puede dar respuesta a cualquier contingencia en las instalaciones hospitalarias de Boyeros.

En ese sentido, resaltó el esfuerzo hecho  por la brigada de mantenimiento, integrada por 10 compañeros,  así como la entrega de los innovado- res y del resto del colectivo.

Felix Martínez Carrillo, especia- lista económico, destacó que el trabajo de la brigada ha permitido ahorrar  más de 500 mil pesos al presupuesto: “Ellos demolieron, enchaparon las  paredes, fundieron mesetas, hicieron  labores de carpintería y plomería; en  fin, si hubiéramos tenido que pagarle  a un contingente, por lo menos hubiera sido un millón de pesos”.

Precisamente, en una de las salas restauradas se encontraba Dayana  Fonseca, quien desde hacía dos días  tenía ingresado a su pequeño William  Marcos. “Vivo en Campo Florido, en La  Habana del Este, no conocía el hospital.  Aquí la atención es excelente”, alegó.

Tropa ante emergencias

Juan Miguel Massip Pardo y Juan Carlos Pozo Carmona, ambos operarios  de mantenimiento e integrantes de la  Anir, enfrentaron la tarea de poner  en marcha la nevera para la congelación de los alimentos en el hospital.  Los bujes de los motores eléctricos de  los ventiladores colapsaron al cabo de  un año de explotación. No era posible repararlos, a pesar de gestiones realizadas.  “Hallamos dos motores de extractores que podían cumplir igual función que los anteriores”,  señaló Juan Miguel. Para ello, dijo su  colega, fue necesario adecuar algunos  elementos,  así como confeccionar las  bases con sus tornillos para instalarlos. “Ya no habrá que transportar los  alimentos hacia otros lugares del municipio para preservarlos”, afirmó.

A las iniciativas puestas en práctica por el movimiento anirista se suma el aporte de los técnicos del departamento de  Electromedicina. Según el doctor  Pedro Gort, subdirector de Asistencia  médica,  la modificación de la flexura  de las articulaciones de los brazos en  las lámparas utilizadas en el cuerpo de  guardia permitió variar el ángulo de   proyección de la luz diseñado originalmente  y  proporcionarle al galeno una  mejor visualización al examinar la garganta de los niños.

“Enmanuel Martínez  es el autor de este trabajo, quien además eliminó el uso de baterías en un otoscopio por  el empleo directo a la electricidad mediante un transformador”, precisó.

Los aniristas también idearon una chapeadora para la limpieza de las áreas verdes, rescataron un vehículo que iba a ser dado de baja y lo  pusieron en función de las actividades de servicio.

Un tema de gran actualidad, al cual han buscado alternativa,  es el ahorro de agua, pues las consecuencias de la sequía afectan al municipio. La doctora Pittí apuntó que han  hecho una reorganización del gasto  y el consumo promedio del preciado  líquido. “Un electricista automatizó  la bomba y ahora el bombeo, en vez  de ser cada seis horas, es cada nueve.  Suprimimos salideros, exigimos que  esté clorada toda el agua, rescatamos  un pozo existente en el área y hasta  recolectamos, a través de un aljibe,  agua de lluvia, la cual usamos para la  limpieza. El objetivo es utilizar la potable para el área de hospitalización”,  argumentó.

 Una verdadera familia

Hace 36 años, Mayra Altunaga llegó a este hospital. La pantrista habla con cariño de sus compañeros, tanto médicos como enfermeras o técnicos, porque son como una familia. Otra de las que expresa su agradecimiento es Yudeisis Cruz Jiménez, quien labora en el banco de leche: “¡Todo está tan bonito!”, subrayó.

Expresiones como esas salieron más de una vez durante el recorrido, en que resaltó el agradable ambiente que distingue a este centro, el cual ostenta la categoría de Colectivo Moral.  Sin embargo, no están exentos de las  limitaciones impuestas por el bloqueo  económico.

“A veces ha habido dificultades con medicamentos y hay que aplicar alternativas con la medicina natural y tradicional. Todavía existen problemas, por  ejemplo, con el equipo de rayos que es de tecnología  de la antigua  Unión Soviética y no hemos podido  adquirir uno moderno.

“Gracias a gestiones de nuestro ministerio  estamos recibiendo literatura  actualizada, pero hasta fecha reciente no la teníamos”, afirmó Pittí, quien  reconoce en sus compañeros una tropa  que resuelve las emergencias cotidianas  con mucha consagración. Y es que evidentemente, todos han conformado un  equipo cuyos sueños vuelan juntos.

Acerca del autor

Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.

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