La eficiencia en las inversiones y el palpable ahorro de agua deben ser la mejor respuesta a los recursos que invierte el Gobierno para paliar la sequía, una de las más extremas de los últimos 100 años.
Ese es el mensaje en cada encuentro, en cada orientación que se emite desde hace varios meses, cuando de forma paralela a las obras previstas para el desarrollo hidráulico del país, fue aprobado un programa emergente en aras de eliminar las causas por las cuales se pierde mucho de ese recurso y que puede revertir los déficits con celeridad.
Entre las medidas llevadas a cabo en la capital y que han permitido beneficiar a unos 45 mil habitantes, se encuentra la supresión de fugas de consideración en el acueducto El Gato y en Cuenca Sur, el cambio de equipos por otros de mayor eficacia, además del nuevo ramal de Bejucal y Farriol Majagua, que permitió dotar de acueducto a Santiago de las Vegas, en Boyeros.
En ejecución y con fecha de entrega para el venidero año están los trabajos en las conductoras de Vives y Pedro Díaz, afirmó a la prensa el ingeniero Carlos Alberto Luaces Socarrás, vicedelegado de Recursos Hidráulicos en La Habana.
Ejemplo de la prioridad es que recibirán abastecimiento de las tres fábricas de tuberías ubicadas en la capital, Ciego de Ávila y Holguín; en tanto cuando lleguen accesorios y componentes electrónicos de importación a la planta Panelec, en Sancti Spíritus, no se hará esperar el extra de sus trabajadores en función de garantizar pizarras eléctricas imprescindibles para echar a andar estaciones de bombeo.
El funcionario destacó las acciones de varios organismos de la administración central del Estado para garantizar el pedido de que cada día funcionen en la provincia 137 carros cisterna, sin lo cual se alargarían los ciclos de suministro.
Subrayó que hace pocos días fueron readecuados los horarios en los municipios que se abastecen del sistema central, administrados por la empresa Aguas de La Habana.
En una amplia explicación actualizó el estado de las cinco cuencas que tributan a la capital, cuatro de las cuales están en estado desfavorable con tendencia a continuar bajando sus niveles, pues los pronósticos del clima reafirman que hasta el período húmedo del 2016 (a partir de mayo) no se revertirá el comportamiento negativo de las precipitaciones.
Son razones más que suficientes para un real ahorro de agua, de ahí el creciente plan de colocación de metros contadores, el aumento de las brigadas con vistas a la eliminación de salideros, con el único obstáculo en la falta de equipos para su crecimiento, y la necesidad de más efectividad en los cuerpos de inspección, sobre todo a los 182 grandes consumidores identificados en el territorio.
Como en el sector agrícola de todo el país, también acá se han adoptado medidas para limitar las áreas de riego, plantar variedades más resistentes a la sequía y reorganizar los planes de siembra, que en el caso de La Habana corresponden básicamente a hortalizas, cuyo planes de producción no serán afectados, según aseguraron directivos de la rama.