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“Lograr la igualdad de género, la autonomía económica, política, personal y social, solo puede darse en un país donde haya un proceso de inclusión social global, con desarrollo y crecimiento económico con igualdad de género, en un país con grandes retos sociales”.
Fueron palabras de Cristina Fernández, presidenta de la República Argentina, durante su intervención en el foro sobre la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, en Naciones Unidas.
En Argentina hemos desarrollado un fuerte proceso de inclusión social, que ha traído aparejado también, la mayor oportunidad de igualdad para la mujer, señaló la mandataria. Programas de políticas activas, remuneración por hijos, por embarazos, promoción de la educación pública, han permitido la protección de la mujer y un fuerte descenso en la brecha de la desigualdad.
La discriminación política y social persiste, “hay discriminación cultural hacia la mujer”. A veces las críticas, incluso para las que ocupan altos cargos, no son políticas son sexistas, puntualizaba.
Además del desarrollo económico, es necesario romper fronteras culturales que han considerado a la mujer un ser inferior o menos inteligentes que los hombres. Expuso en su alocución que las políticas deben estar dirigidas a la cultura, para que logren la profunda convicción en el corazón de los hombres y aún de las propias mujeres, “que muchas veces nos discriminamos entre nosotras mismas muy injustamente”. Esta lucha las mujeres debemos encararla con fuerza por nuestros hijos y nietos.
