Alemania y Francia adelantaron este lunes que los ministros europeos de Interior lograron un acuerdo político para repartir en la Unión Europea a 160 000 refugiados en dos años, una cifra que incluye las dos medidas propuestas por Bruselas desde mayo para distribuir a 40 000 y a 120 000 personas.
“Hay un acuerdo general para la reubicación de 160 000 en los Estados europeos”, adelantó el titular alemán de Interior, Thomas de Maizière, en una rueda de prensa conjunta con su homólogo francés, Bernard Cazeneuve, reportó Deutsche Welle.
De Maizière precisó que el reparto por países del total de 120 000 se concretará en el Consejo del próximo 8 de octubre, después de que los 28 aprobasen formalmente la primera medida para el reparto de 40 000 refugiados.
Los ministros de Interior de la Unión Europea (UE) no definieron aún si será vinculante o voluntario. La decisión definitiva sobre este punto también será tomada en la reunión del 8 de octubre.
Ante los llamamientos de los países del este y norte de la Unión Europea preocupados de que la relocalización pueda atraer a más personas, los diplomáticos destacaron que también incluye un lenguaje enérgico sobre la necesidad de un control más férreo de las fronteras externas del bloque, indicó Reuters.
Desde que en abril último un naufragio en el mar Mediterráneo cobró la vida de unos 800 migrantes, no han faltado los encuentros a nivel europeo que tratan de hallar soluciones ante el creciente arribo de foráneos, pero las medidas adoptadas han sido pocas y de evidente ineficacia.
Según Prensa Latina, las citas de alto nivel con jefes de Estado y Gobierno han tenido resultados tímidos: las únicas acciones aprobadas por el bloque son fortalecer los controles en las fronteras marítimas y desplegar la primera fase de una operación naval contra el tráfico de personas.
Pocos meses después, la situación en el denominado viejo continente demuestra que el grupo de los 28 ha sido incapaz de gestionar una crisis considerada la peor desde la Segunda Guerra Mundial.
En primer lugar, las llegadas no paran de crecer y se estima que ya superan el medio millón de personas, una parte de las cuales realiza peligrosas travesías marítimas y otra se aventura a un largo recorrido terrestre a través de la llamada ruta de los Balcanes.
Alemania destaca como el destino escogido por la mayoría de los indocumentados: solo el sábado último llegaron 13 000 personas, en las últimas dos semanas fueron 63 000 y en lo que va de año el total alcanza los 450 000.
El país ya se declaró al borde de su capacidad para acoger extranjeros y cerró temporalmente su frontera terrestre con Austria —por donde ocurren la mayoría de los ingresos—, lo que implicaría suspender temporalmente el acuerdo Schengen de libre movilidad en Europa.
Mientras, Hungría, por ejemplo, no solo se niega a acoger refugiados, sino que levanta una valla en su frontera para impedirles entrar y pondrá en vigor mañana una nueva ley para penalizar, con deportaciones e incluso cárcel, a quienes crucen las zonas limítrofes de forma ilegal.
La gran mayoría de los refugiados proviene de países en conflicto como Siria, Irak y Afganistán
Tomado de Granma