Que el jabón desaparezca de las tiendas, comer papas sea un acontecimiento para el paladar, la libra de bistec de cerdo se cotice a 35 o 40 pesos y el petróleo suba a 400 dólares el barril son hechos y probabilidades que dejaron de preocupar a la familia Casimiro.
Su finca agroecológica, ubicada casi al término de la Autopista Nacional, asemeja a una suerte de observatorio astronómico. Cúpulas, interiores con acústica e iluminación perfectas y todo tipo de inventivas para garantizar una vida cómoda y al natural sobresalen en aquellos parajes.
“No me considero un productor, sino un creador agrícola. Pueden llamarme un campesino contemporáneo o pensar que somos una familia de otra dimensión; pero buscamos una vida sustentable en el campo y el proyecto que tenemos es para el cubano de hoy”, afirmó José Antonio Casimiro, un guajiro convencido de que la agricultura ecológica puede convertirse en respuesta para situaciones aun por definir en la realidad de la Isla.
Un imperio para cada cual
“Yo he estudiado profundamente el tema y Cuba no ha llegado nunca a autoabastecerse de alimentos. Durante la Colonia, Neocolonia o después del triunfo de la Revolución hemos tenido que importar gran parte de lo que consumimos. Por eso quisiéramos extender nuestra iniciativa.
“Propongo fomentar unas 250 mil fincas como esta; cada una será capaz de alimentar a 48 personas, en sus peores tiempos. Vincular a unos dos millones de cubanos al campo sería también resultado de la concreción de esta idea”, expuso Casimiro.
Recostado en su taburete diserta sobre permacultura con un caudal salido de lo empírico, pero que en la academia ameritaría el título de Doctor. Abejas, pavos reales, ganado y muchos otros animales integran el entorno donde hombre-naturaleza se sirven y complementan.
“Muchos reconocen en la agroecología solo una forma de producción, pero yo lo defino como un modo de vida. No hay un sistema en el mundo que pueda ser más sustentable que nosotros y hoy la finca está al 30 por ciento.
“Contamos con aceite de coco para hacer 160 Kg. de jabón, empleando la cenizas del fogón ecológico como potasa, halamos el agua con el viento, fabricamos el fertilizante, empleamos la miel para endulzar y no el azúcar, el harina con que hacemos el pan la obtenemos de la miga de plátano y, así, hasta lo más mínimo nos lo proporciona el entorno”, argumentó José Antonio.
Partidario de hacer parir la tierra todo el año y de cosechar todo tipo de alimentos, este espirituano también reflexionó sobre aquellos que alcanzan la superproducción en un solo rubro agrícola:
“Si saturara la finca de frutales puede que consiga comercializar ese producto y con todas las ganancias generadas compraría lo que requiero para vivir. Eso no me haría un campesino estrella sino un alto consumidor e invasor del mercado.
“De otra parte, entregar lo que produzco sin cubrir las necesidades nuestras tampoco tiene lógica; primero, porque me parece inmoral vivir en el campo y no tener abundancia, y segundo, porque si para comprar frijoles tengo que vender mameyes… no he hecho nada. Lo bueno de la permacultura es que le permite a cada cual construir un imperio”, concluyó Casimiro.
Un oasis entre el marabú
Para alcanzar completa autonomía solo les falta desconectarse del sistema energético nacional; empeño que Casimiro pretende materializar pronto. El uso del biogás, la extractora del aceite de coco para crear jabón, las barreras para romper ráfagas de viento en caso de ciclones, el fogón que ha desarmado doce veces hasta convertirlo en multiusos y hasta un jacuzzi natural muestran otro modo de “aplatanarse” en el monte.
“Hemos adquirido una cultura del cultivo y mucho interés por imitar patrones insertos en la naturaleza. Yo diría que nuestra finca es la versión veraniega de un iglú. Sus formas curvilíneas, la cobertura de hiedra y la carencia de acero buscan semejanzas con la vida dentro de un bosque.
“Además, en estos 22 años que hemos dedicado al campo recurrimos a la innovación, no solo para tener éxitos en las cosechas o en la cría de animales, sino también para dignificar la vida del campesino y crear una expectativa capaz de borrar el sino de que quedarse en el campo significa involución y sacrificio vano”, afirmó José Antonio.
Conferencista en disímiles países del mundo, autor de varios libros publicados dentro y fuera de Cuba, creador de un mecanismo de laboreo de tierras ya patentado y defensor de la agricultura libre de químicos, este hombre sufre cuando una idea revolotea en su mente sin que tenga tiempo de materializarla.
Casimiro habla de revolución agroecológica, seguridad alimentaria, posibilidades de exportación y propone soluciones desde una experiencia que deja de ser individual cuando sus protagonistas incitan a otros a emprender el camino.
Admito que semejantes ideas no cuajarán jamás sin altas voluntades mediante. Suena demasiado optimista, quimérico si así lo prefieren algunos; pero esta experiencia en familia le espeta la prueba en la cara a la incredulidad; porque, casi al término de la Autopista Nacional, un oasis difiere de los paisajes vecinos; en él no señorea el marabú.
Es cierto que carecemos de muchos recursos, pero existen como las mejores opciones varias Asociaciones como ACPA, ACTAF, ACCV que presentando Proyectos de Desarrollo Agropecuario, son financiados por ONG foráneas y en las que intervienen Empresas e instituciones cubanas como CUBASOLAR, CITA, el CITMA, así como nuestras Universidades y Centros de Investigaciones , esas son las vías para emprender una AGROECOLOGIA SOSTENIBLE.
Les pongo como ejemplo el caso de la estrategia educativa avalada por WAP (Protección Animal Mundial) y que ya es un Proyecto el PROGRAMA INTEGRAL DE BIENESTAR ANIMAL- HUMANO SOSTENIBLE (PIBAHS). Algunos que han estado en mis conferencias me han dicho: Cómo Bienestar Animal si no hay Bienestar para los humanos? Y siempre les respondo son “CAMBIOS QUE INICIAN EN LA MENTE”. El Objetivo de este Proyecto PIBAHS es lograr alimentos inocuos y seguros.
Es verdad que la idea de primera plana como se cuenta aqui parece maravilla. Pero conosco a este Casimiro y ha sido ayudado por muchas ONG le han donado equipos, como molinos, ariete, se ha asesorado gratos en la siembra de cultivos con estudios serios, se le ha asesorado gratos en la construcción de biogás, ha sido invitado gratis a varios eventos nacionale se internacionales donde se ha empapado de muchas cosas. Es decir, no es tan a la ligera crear 250 mil fincas asi pues la agricultura de subsistencia con matiz AGROECOLOGICA como es etsa no va a resolver el problema del pais, mas si mejoraria con creces la calidad de vida de muchos campesinos. Pero de donde sale el dinero para eso?? Supongamos que yo quiero hacer algo parecido, de dodne saco el dinero, en donde compro un molino de viento? de donde saco tuberias y accesorios para el riego?? de donde saco una yunta de bueyes, venga amigo, felicidaddes pues usted ha hechop una obra de referencia, pero usted ha sido ayudado muchisisisismo por muchas organizaciones nacionales como CUBASOLAR, el CITA, MINAG, etc. Ese privilegio lo tienen contados campesinos en Cuba.
Algunos elementos de la propuesta parecen sacados de las relaciones de producción del feudalismo:
«Vincular a unos dos millones de cubanos al campo sería también resultado de la concreción de esta idea»
Fidel nos dejó a los estudiantes de la UCLV una especie de tarea de casa: dijo en ocación de una brevísima visita y a pleno sol, cuando iba de pasada para inaugurar el semiinternado en el pueblo de Meneses cumpiendo una promesa de Camilo a los campesinos de la zona, que el autoconsumo es una forma arcaica y no eficiente de producción.
Tanto danno pueden hacer latifundio improductivo, como minifundio que no lleva en sí el germen del socialismo.
Sea como sea en Cuba se han intentado 13 ideas para que la agricultura dé el salto que todos estamos necesitando, hasta ahora ninguna a dado en el clavo. Y esta propuesta es una ya puesta en práctica,solo que por campesino que con cierto grado de cultura. Cuántos de esos tenemos?
Será que este campesino podrá «industrializar» su finca? Claro que no. Cuba tiene que industrializarse y con la exportación de productos de alto valor agregado, comprar la porción de alimentos que no podemos o no deseamos producir en el país. Además, hay productos que nunca podremos producir: champán, bacalao espannol, algas japonesas, sazonadores de la India y otros lugares, y un largo etc.
O solo vamos de por vida a comer maíz, arroz, frijoles negros y colorados, yucas y boniatos y papas uno o dos meses al anno, y de carnes qué? Solo pollo por pescado? Va llegar la hora que comamos pollo por pollo.