La renuncia este jueves del presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, marca el colofón de una aguda crisis política en ese país centroamericano a solo tres días de las elecciones generales.
El mandatario anunció su dimisión esta madrugada después de anunciarse la orden de captura emitida en su contra por un juez bajo la acusación de dirigir una red criminal de cobro de sobornos a cambio de facilitar la evasión de impuestos en importaciones aduaneras.
Poco antes, el Congreso Nacional le retiró la inmunidad el gobernante y se emitió una orden de arraigo en su contra.
Con esa decisión en el Parlamento unicameral se dio luz verde para investigar al señalado de encabezar La Línea, grupo dedicado al desvío de millones de dólares.
El Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala sindican al jefe de Estado de codirigir La Línea junto a la exvicemandataria Roxana Baldetti, ligada a proceso y enviada a prisión preventiva por ese caso desde la semana pasada.
La primera guatemalteca en llegar al segundo puesto en importancia en el Ejecutivo dimitió el pasado 8 de mayo presionada por varias protestas multitudinarias en su contra. Según las pruebas, La Línea se dedicaba a desviar millones de dólares de las aduanas, y presuntamente el binomio presidencial del Partido Patriota se quedaba con el 50 por ciento del monto defraudado.
Cientos de miles de ciudadanos demandaron la renuncia del mandatario durante los últimos cuatro meses y medio, pero el gobernante descarta esa posibilidad, aún cuando perdió la inmunidad ante el órgano Legislativo.
Tomado de PL