Soluciones, ¿en tierra o en el aire?

Después de numerosas e infructuosas gestiones, desde Santiago de Cuba escribe a esta sección Romelia Monserrat Delgado, vecina de San Félix 268, entre Habana y Los Maceos, para plantear su inconformidad con el trato recibido por “los servicios de la aduana del aeropuerto internacional José Martí”.

Según refiere, su hijo Francisco Rafael Pérez Monserrat hizo un envío a través de la agencia Anaka, por orientación del coordinador Walfrido León, ya que varios cooperantes cubanos estaban desorientados de cómo hacer sus expediciones desde Venezuela hacia Cuba.

Explica Romelia que “el cobro por la carga ascendió a 48 mil 400 bolívares, más un recargo por rapidez y seguridad”.

Al retornar de su misión “con diplomas acreditativos de su buen trabajo”, Francisco realizó varias gestiones, entre ellas localizar a Ángel Bueno Martínez, el gerente de la citada agencia en La Habana, quien le planteó que pronto se resolvería todo.

Al acudir a la aduana, subraya, le comunicaron que no podían entregar los paquetes porque están a nombre de Abel Masó, que cuando terminara la investigación ellos avisarían para su entrega. Como prueba de la transparencia de su trámite, “mi hijo dio todos sus datos, lo llevaron al almacén y se verificó que estaban sus cajas, pues las reconoció y dijo lo que contenía cada una. Eso fue en noviembre del 2014”, señala y abunda que al volver en enero la respuesta fue que en unos días les informarían sobre el caso.

Romelia se cuestiona por qué la aduana del aeropuerto no quiere entregar esa carga y nunca les han dado una nota aclaratoria a las varias misivas entregadas.

Solo recibieron comunicación de la Aduana General de la República, con fecha 12 de junio del 2015, donde responden que no pueden entregar los bultos, porque están en abandono por Abel —otro internacionalista a cuyo nombre habían puesto los paquetes—, algo que es incierto, ya que ante cada demanda, su dueño, Francisco Rafael Pérez Monserrat, solo ha recibido evasivas, enfatiza la quejosa, quien recalca que hasta ahora hay mutis en las reclamaciones realizadas a varias instancias legales y policiales.