Con la proclamación de su independencia del dominio colonial francés, el 15 de agosto de 1960, la República del Congo se insertó entre las naciones del continente africano que, en la eclosión trascendental de los movimientos de liberación nacional de esa década, quebraron las cadenas del régimen de opresión, expoliación económica y exclusión social imperialista.
Al igual que sus países vecinos, iniciadores de un arduo camino de desarrollo político, económico y social propio, el recién constituido Estado de África central debió enfrentar las enormes dificultades derivadas de siglos de explotación extranjera, en los cuales fueron saqueadas sus riquezas naturales, fuentes de materias primas y esclavizada su fuerza de trabajo, dejando tras de sí un desolador panorama de subdesarrollo.
Partiendo de cero, los primeros gobiernos tuvieron que desempeñar sus funciones en medio de una adversa situación de limitaciones y confrontaciones políticas, turbulencias y conflictos tribales, no exentos de violencia y luchas internas, que retrasaron la consolidación, el progreso, y el desarrollo estable de la joven nación congolesa.
Con la elección en febrero de 1979 de Denis Sassou Nguesso como presidente de la República, se iniciaron una serie de reformas políticas y sociales que permitieron mayores libertades democráticas e introdujeron cambios cualitativos en la economía del país, basada fundamentalmente en la agricultura y la extracción de petróleo, minerales estratégicos y maderas preciosas.
Reelecto presidente en octubre de 1997, tras una fracasada asonada golpista, Nguesso encaminó su gestión de gobierno hacia el pluralismo partidista, la concesión de una amnistía para presos políticos, al incremento de los niveles de la economía, el saneamiento de las finanzas, y a la re ducción de los índices de corrupción en el sector gubernamental.
Tras un convulso período de rivalidades y enfrentamientos entre diversos sectores políticos opositores, en marzo del 2002 fue promulgada la nueva Constitución, y en julio del 2009, el primer mandatario fue reelegido jefe de Estado, cargo que ocupa en la actualidad.
Con vistas a las elecciones presidenciales previstas para el año 2016, y a la estabilidad, unidad y reconciliación del país, el primer mandatario del Congo ha convocado a los sectores de la oposición, representantes de las fuerzas políticas, de la sociedad civil, sindicatos, religiosos y excombatien tes, a un amplio proceso de diálogo nacional.
Coincidente con el aniversario 55 de su independencia, las repúblicas del Congo y de Cuba conmemoran también los 51 años del establecimiento de sus relaciones diplomáticas, el 10 de mayo de 1964, en pleno proceso de ascenso de los pueblos africanos a su independencia.
Estos vínculos de fraternidad, colaboración y solidaridad se consolidaron con el aporte a la lucha de liberación de los pueblos de Angola y Zaire; con los encuentros en Brazzaville del comandante Ernesto Guevara y Agostinho Neto, y el arribo al Congo del batallón Patricio Lumumba, reserva de la columna del Che.
Se ampliaron, además, con la formación de jóvenes congoleses como profesionales. Quince mil se graduaron en distintos niveles de enseñanza en Cuba, mientras otros mil 200 estudian en la Escuela Latinoamericana de Medicina (Elam).
La presencia en la República del Congo del personal médico cubano, que presta sus servicios en diferentes localidades de ese país, es por igual símbolo de estas relaciones, que se consolidan en cada histórica efeméride de ambos pueblos.