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A la hora de diseñar las etiquetas, en el departamento comercial no le dedicaron mucho tiempo al pensamiento. Para la imprenta partió el concepto más básico (nombre del producto, fecha de fabricación y de vencimiento, fábrica de origen)… y como vía de contacto el teléfono del departamento y un correo electrónico, el de Yamilis*, la Jefa Comercial, entusiasta como pocas.
Pero a los pocos meses Yamilis ya no trabajaba en la entidad y el encargado de Seguridad Informática debió cerrar la dirección de correo de la extrabajadora, con lo cual esta empresa productora cerró una vía de comunicación con sus consumidores. Aquel correo impreso en la etiqueta era el de un usuario personal en la fábrica, no el de la institución.
Este ejemplo, en apariencias pueril, sin importancia, no es aislado ni imaginación de esta redactora. Con muchísimas frecuencia la ausencia de una política institucional de comunicación y de comprensión sobre las particularidades de las herramientas del márquetin, conducen a errores como el de establecer correos personales como contactos oficiales, y otros muchos de esa índole.
En estos tiempos en que el país abraza una política proactiva de informatización de la sociedad es muy importante que los directivos comerciales comprendan esta dimensión del mundo de los negocios y proyecten a sus entidades en la dirección correcta del desarrollo. No es muy difícil hacerlo, sobre todo porque en cientos de páginas digitales se pueden encontrar sugerencias muy efectivas.
Todo empresario debe aprender a desenvolverse en las redes sociales y cuidar las relaciones que establece mediante estas, del mismo modo que en un entorno profesional convencional. Los eventos son una forma de hacer consolidar nuevos contactos y clientes para la empresa entre los usuarios de Internet.
A nivel mundial, muchos directivos cuentan con su blog, están en redes sociales, se mueven por eventos, trabajan duro y aportan conocimiento y experiencia a la comunidad virtual. ¿Por qué no ha de hacerlo la empresa a nivel institucional?
La Web brinda a los empresarios el alcance de todo un mundo mediante su computadora y, con ello, la oportunidad de salir de atrás del buró sin dar un solo paso, para nutrirse de conocimientos y socializar experiencias que enriquecen su quehacer laboral.
En Cuba los pequeños emprendedores afiliados al cuentapropismo han tomado la delantera en el empleo de técnicas de marketing digital. Las promociones a través de mensajes de texto son una de las alternativas más usadas en el país
Han aparecido también herramientas de promoción de restaurantes en los teléfonos móviles como el proyecto AlaMesa, y ya por suerte el propio sistema estatal de la prensa ha comenzado a abrir sus espacios para dar publicidad a las empresas, privadas, cooperativas y estatales, con publicaciones como Ofertas y sus versiones digitales.
De todos esos servicios deberían proveerse también los directivos cubanos de la Empresa Socialista, la cual seguirá con un papel preponderante en el futuro que depara la actualización del modelo económico del país. El marketing es un recurso que mal empleado genera incomunicación y problemas en la imagen de las instituciones; pero bien servido, genera muchos más beneficios que los perjuicios de tener tiempos y neuronas puestas para explotar todo este campo de potencialidades.
