Por Eyleen Ríos, enviada especial de JIT
Carlos Gil ha invertido los últimos 10 años de su vida en trabajar con muchos de los que ahora integran el equipo cubano de gimnasia artística, especialmente Manrique Larduet y Randy Lerú, lo que explica lo afectado que se mostró ante lo sucedido el lunes en la final de máximo acumulador.
Lloró con mezcla de alegría e impotencia por las decisiones arbitrales, como él mismo reconoció luego, pero tuvo la delicadeza de acercarse a la zona asignada a los periodistas, donde elogió las actuaciones de sus pupilos y criticó las calificaciones.
“Desde los arzones ya nos habían quitado un elemento, pero el muchacho supo crecerse una vez más y venir de abajo. Nosotros cumplimos, pero ya vieron lo que pasó”, indicó contrariado por lo que consideró un resultado que demandó mucho esfuerzo y terminó siéndoles arrebatado.
“Es grande ver que tus atletas respondan así, porque también estoy muy contento con el trabajo del equipo en general, y con Randy, que se incluyó entre los ocho mejores de América”, expuso.
“La gimnasia cubana ya está demostrando nivel nuevamente y vamos a estar en el mundial y en los Juegos Olímpicos”, predijo.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo de la Universidad de La Habana (UH). Especialista en los deportes de boxeo, voleibol, lucha, pesas y otros. Cubrió los XV Juegos Panamericanos de Río-2007, los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, la final de la Liga Mundial de Voleibol 2011 y otros eventos internacionales celebrados en Cuba. Profesor de Teoría en la Comunicación de la UH y la Universidad Agraria de La Habana. Imparte cursos de esta y otras materias en diversas instituciones del país como el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Deportivo José González Barros.