Una felicitación y un fuerte abrazo del General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, recibieron los colaboradores que participaron en el enfrentamiento al ébola en África Occidental, y que en la noche de este jueves, 9 de julio, fueron condecorados con la Orden Carlos J. Finlay, que otorga el Consejo de Estado, en ceremonia realizada en los salones de protocolo de El Laguito, en La Habana.
En la misiva, que fue leída por el ministro de Salud Pública doctor Roberto Morales Ojeda, el Presidente cubano reconoce como significativos los resultados que lograron los colaboradores en la atención médica a los afectados por la epidemia de Ébola, con más de 400 vidas salvadas y una tasa de letalidad general de un 24,4 %, lo cual es muestra de su preparación, de la consagración y de la entrega al trabajo, aspectos reconocidos por los propios gobiernos y los organismos internacionales.
José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, junto a otros dirigentes del Partido y la CTC, impusieron la Orden Carlos J. Finlay a 248 miembros del Contingente internacional de médicos especializados en el enfrentamiento a desastres y grandes epidemias Henry Reeve, por los méritos alcanzados en su labor.
Igual reconocimiento se otorgó, con carácter póstumo, a los fallecidos durante el cumplimiento de su misión, y que fuera entregada a sus familiares.
También el Consejo de Estado decidió otorgar la Medalla Hazaña Laboral a 12 compañeros que con su empeño y constancia contribuyeron al desarrollo exitoso de la tarea, entre ellos a los jefes de las misiones diplomáticas en Ghana, Sierra Leona, Liberia y Guinea Conakry.
Macia Cobas Ruíz, viceministra de Salud Pública, explicó a los presentes que más de 15 mil trabajadores de la salud manifestaron su disposición a participar en el enfrentamiento al ébola, y que finalmente se crearon tres brigadas, con 256 integrantes, que laboraron en los mencionados países.
También refirió el trabajo de preparación y entrenamiento de este personal, quienes se convirtieron en expertos en el manejo y tratamiento de los enfermos y en el control de la enfermedad. “Compartieron ciencia, enseñaron y aprendieron”, aseguró.
Al hablar en nombre de los integrantes de las tres brigadas, el doctor Carlos Manuel Castro Bara, jefe del colectivo que laboró en Guinea Conakry, manifestó que fueron a la misión con la convicción de responder a la patria, y que en los momentos iniciales, entre el reto de enfrentar una enfermedad poco conocida los movían sentimientos que iban del temor al desconocimiento, y de la incertidumbre al sentido del deber, conscientes de que eran representantes del sistema de salud cubano.
Enfatizó en que lograron cumplir el objetivo principal de salvar la mayor cantidad posible de vidas, y cuidar a todos los que convivían y laboraban con ellos. Fueron meses intensos en condiciones adversas, dijo, pero nos reconfortábamos con cada vida que salvábamos, en particular cuando se trataba de un niño, una embarazada o un anciano.
Aseguró que llevarán la condecoración con orgullo, como muestra del aporte de medicina cubana a la erradicación de esta epidemia.
Los jefes de las brigadas que trabajaron en Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona, entregaron a Machado Ventura, para que a la vez lo hiciera llegar al Presidente Raúl Castro, los libros que contienen el compromiso de los hombres de estos colectivos para cumplir cualquier tarea que les sea asignada.