Las organizaciones que integran la coalición Alianza Martiana (AM) confirmaron su beneplácito por el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, mientras confirmaron su solidaridad con el gobierno y pueblo de la isla caribeña.
Saludamos con gran entusiasmo -pero con la cautela que los hechos requieren- estos acuerdos que culminan una parte del proceso de acercamiento entre ambos países, señala una nota del Comité de Dirección de la AM, a la cual tuvo acceso Prensa Latina.
Recuerda el mensaje que aún falta mucho por recorrer para la normalización de estas relaciones oficiales y que dependerá exclusivamente del gobierno estadounidense que los hechos logren obtener los resultados que se requieren.
El objetivo, insisten, es que «estos dos pueblos y gobiernos definitivamente convivan con respeto y amistad».
Tras pedir trasladar sus felicitaciones al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, al presidente Raúl Castro y «a los que ayudaron en que todo este esfuerzo se hiciera realidad», los firmantes subrayan que «siempre podrán contar con nosotros».
La coalición AM la integran organizaciones de la emigración cubana radicadas en Miami como la Brigada Antonio Maceo, la Alianza Martiana (como organización individual), la Asociación José Martí, la Alianza de Trabajadores de la Comunidad Cubana, la Asociación de Mujeres Cristianas en Defensa de la Familia y el Círculo Bolivariano de Miami.
Este miércoles, el presidente cubano, Raúl Castro, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, intercambiaron cartas en las que expresaron su decisión de reabrir las sedes diplomáticas el 20 de julio próximo y restablecer los nexos a ese nivel.
Durante una alocución en Washington, Obama pidió al Congreso levantar las sanciones unilaterales impuestas contra Cuba desde hace más de medio siglo, al reafirmar que esa política de aislamiento fracasó y fue contraproducente para Estados Unidos.
Debemos dar los pasos necesarios para permitir los viajes de los ciudadanos estadounidenses a la isla -prohibidos por las leyes del Capitolio- y estrechar las relaciones con nuestros vecinos, añadió el mandatario.
Cuba, por su parte, precisó que culmina así «la primera etapa de lo que será un largo y complejo proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales, como parte del cual habrá que solucionar un grupo de asuntos derivados de políticas del pasado, aún vigentes, que afectan al pueblo y a la nación cubana».
En una declaración, reiteró que el principal obstáculo sigue siendo el bloqueo económico, comercial y financiero que Washington mantiene contra La Habana desde 1962.
Para alcanzar la normalización será indispensable también devolver el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo, cesar las transmisiones radiales y televisivas con carácter subversivo hacia Cuba, eliminar los programas dirigidos a promover la desestabilización interna, y compensar al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados por las políticas de Estados Unidos, añadió.