Un encuentro de corazón rumbo a Toronto

Los Héroes de la República de Cuba Gerardo Hernández, Fernando González, Antonio Guerrero y René González sostuvieron la noche del miércoles un emotivo encuentro con parte de la delegación cubana que intervendrá en los XVII Juegos Deportivos Panamericanos de Toronto, a disputarse del 10 al 26 de julio venidero.

La Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba fue el escenario especialmente preparado para la ocasión, que tuvo un antecedente igual de memorable en noviembre pasado, cuando René González y familiares de sus hermanos para entonces todavía presos, intercambiaron con la comitiva que viajó a los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz.

Esta vez el diálogo fue moderado por la periodista Arleen Rodríguez Derivet, quien dio el pie forzado a cada uno de los luchadores para que regalaran hermosas y profundas palabras a las decenas de jóvenes atletas que por estos días realizan el cierre de la preparación rumbo a la importante cita continental, en la cual esperan alcanzar el segundo lugar del medallero.

Tony Guerrero aseguró que «toda Cuba está consciente de lo dura que es la meta de volver a quedar en segundo lugar. Y para nosotros ese segundo puesto es como el primero, pues pondrá muy en alto la obra de la Revolución».

Luego narró su visión sobre el papel que el deporte desempeñó en los duros y largos años de prisión: «Cuando estás aislado, el primer instinto es caminar. Otros como René realizaban rutinas más intensas, como hacer planchas, pero lo primero es caminar para aprovechar e incrementar el espacio. Cuando comenzamos a salir al patio me dio por correr en chancletas, lo cual era muy peligroso y tuve que desistir. Entonces opté por el yoga que me ayudó a mantener cierta estabilidad emocional junto a la poesía».

Tony se refirió también al ajedrez, el handball y el voleibol entre las modalidades que practicaron durante el injusto encierro en cárceles estadounidenses por defender a su pueblo de acciones terroristas: «Nunca descuidamos el deporte, porque fue parte de la resistencia», sentenció.

Gerardo comenzó agradeciendo a los deportistas porque «cuando uno se levanta en la cárcel, cargando sentencias largas y muy pocas esperanzas, necesita cosas a las cuales aferrarse. Nosotros recibíamos la prensa cubana y leíamos con orgullo las noticias sobre sus triunfos, también lamentábamos las derrotas y algunas indisciplinas».

«Crecimos soñando con vivir ese momento de subir al podio a recibir una medalla y escuchar el himno nacional. La vida no lo permitió, pero ustedes nos regalarán esos instantes ahora y en venideras competencias», añadió Gerardo, quien se hizo acompañar por su esposa Adriana Pérez.

En otro momento de su locución, Hernández Nordelo aseguró que «habrá provocaciones del enemigo, queriendo robar talentos, creando incidentes, eso es común, como lo será también la gallardía y valentía con que ustedes se dediquen a conquistar los triunfos que la Patria necesita».

Fernando resaltó el privilegio que debe significar para los jóvenes representar al país que uno quiere: «Para un joven que se ha dedicado tanto al entrenamiento, que lleva una vida tan disciplinada, esa sensación de representar a la Patria y ganar debe ser tremenda. Escuchar las notas del himno nacional tiene que sacar las lágrimas», apuntó.

«La de Toronto va a ser una lucha dura, difícil, seguida por 11 millones de cubanos a los que ustedes van a representar. Echen el resto, con la destreza y el corazón que nos caracteriza en cada batalla. Vuelvan a casa con la gloria de haber sido dignos», concluyó Fernando.

René afirmó que»el deporte para los Cinco fue abono para el espíritu. Nosotros nos llevamos a Estados Unidos a Juantorena, Stevenson, María Caridad Colón, Figuerola y otros. Ellos nos hicieron crecer. Cuando el FBI comenzó a presionarnos ellos estuvieron con nosotros, su ejemplo, su dignidad».

Luego narró un pasaje de su vida posiblemente desconocido, según dijo: «Yo nací en Estados Unidos. Y cuando llegué a Cuba en octubre de 1961 tenía 5 años. Había pasado Girón y vivíamos un clima de enfrentamiento feroz. Para un niño era estremecedor mudarse del país donde nació a uno que era agredido por este. Eso creó un conflicto grande, a veces hasta me pasé de un bando a otro. En los Panamericanos de Winnipeg 1967, por ejemplo, yo no sabía a quien irle, si a EUA o a Cuba. Poco a poco nuestro deporte fue construyendo en mi una parte de la identidad cubana que poseo».

Sobre la experiencia en la cárcel, René señaló que «no había recursos y todos estábamos conscientes de que teníamos que salir más fuertes. Empecé a hacer planchas, el primer día pude hacer solo 22, pero luego mejoré mucho más. Luego caminé y después pude llegar a correr hasta 32 kilómetros».

«Uno de los logros mayores de la Revolución fue haber creado personas cuya educación y formación les permite encontrar recursos, sobrevivir y ganar el respeto de los demás. A Toronto llevaremos personas educadas, instruidas, no sólo musculosas. Ustedes van comprometidos con sus padres, con su país; ustedes los llenarán de orgullo e influenciarán en miles de niños que mañana querrán ser campeones», finalizó René.

Acto seguido se escucharon mensajes de agradecimiento y felicitación por parte de destacados atletas cubanos, entre ellos el abanderado Mijaín López, la maratonista Daylín Belmonte, el karateca Yander Tiril y el remero Eduardo Rubio.

La velada fue propicia además para que el Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas entregará a la delegación la condición X Congreso de la UJC, un evento que coincidirá con la magna cita del deporte continental.

Mijaín hizo entrega a los Cinco Héroes de un diploma de reconocimiento en nombre de todos los miembros de la comitiva nacional a la fiesta de Toronto.

El cierre de la noche estuvo a cargo del grupo Moncada, quien nos volvió a estremecer con ese tema convertido casi en himno: Si cada meta es una nueva partida, Cada victoria es como un reto al sudor, Compitiendo van la vida, La paciencia y la pasión…

Acerca del autor

Rudens Tembrás Arcia

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Licenciado en Periodismo de la Universidad de La Habana (UH). Especialista en los deportes de boxeo, voleibol, lucha, pesas y otros. Cubrió los XV Juegos Panamericanos de Río-2007, los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, la final de la Liga Mundial de Voleibol 2011 y otros eventos internacionales celebrados en Cuba. Profesor de Teoría en la Comunicación de la UH y la Universidad Agraria de La Habana. Imparte cursos de esta y otras materias en diversas instituciones del país como el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Deportivo José González Barros.