En San Juan de los Remedios, la octava villa fundada por los españoles en Cuba —que el próximo 24 de junio cumple 500 años— se avanza en la ejecución de las obras dedicadas a la fecha.
El ajetreo constructivo se incrementó en estos días, el cúmulo de escombros sobrepasa lo imaginable. Ante el inmenso reto que implica hacer de lo viejo algo nuevo hay escépticos, también optimistas que aseguraron podrá verse una ciudad rejuvenecida en su medio siglo; pero, sin duda, el “remedio” de Remedios ha sido el trabajo.
Actualmente se labora en 11 obras del turismo ubicadas en las edificaciones del centro histórico, Monumento Nacional, en instituciones educacionales, de la salud, culturales y del comercio. Se utilizaron más de 2 mil 500 toneladas de asfalto en la pavimentación de los viales, acciones en las redes eléctricas, así como pintura y resanación de fachadas.
Cuando terminen las construcciones, la ciudad fundada por el conquistador Vasco Porcallo, catalogada por el historiador Rafael Farto como el segundo asentamiento completamente español de la isla, contará con dos nuevos hoteles —Camino del Príncipe y Real— la ampliación del Mascote, una cava soterrada en la taberna El Parrandero, una tienda especializada en tabaco y ron, y la remodelación del centro recreativo de la gastronomía La Tertulia.
En especial se intervienen en las instituciones culturales. El museo Alejandro García Caturla, el municipal de historia Francisco Javier Balmaceda, el de las Parrandas y la Biblioteca Municipal fueron remozados. La galería Carlos Enrique y la Casa de Cultura serán habilitadas de mobiliario y equipamientos modernos. El teatro Villena tendrá carpintería, tramoya, escenario y telones nuevos…
A favor del patrimonio
Varias formas de gestión se conjugan en estas obras. Entidades del MICONS, de Emprestur, de subordinación local, cuentapropistas y artistas trabajan de conjunto.
Juan Carlos Tejeda, al frente de 20 trabajadores por cuenta propia de la localidad, quienes laboran en el hotel Camino del Príncipe —de cuatro pisos con 25 habitaciones— junto con las fuerzas de Emprestur, afirmó: “Es alentadora la incorporación de jóvenes, este es un despegue importante de las fuerzas productivas que debe ser aprovechado. Hacerlo en común con otros modelos de gestión es una buena experiencia”.
En el Parrandero, Emprestur y un grupo de cuentapropistas aseguraron que concluirán en tiempo, a pesar de que nunca habían incursionado en la construcción de una cava soterrada, la que mide seis metros de largo por tres de ancho. Henry Rivera, trabajador no estatal, dijo que no habrá inconvenientes para terminar, “todo ha fluido con normalidad, aunque se laboran más de 12 horas diarias”; con él coincide Odeimys Martínez, de la empresa estatal.
Los integrantes del barrio San Salvador se hicieron dueños de La Tertulia, que pertenece a la gastronomía municipal; uno de ellos, el carpintero Jorge Luis Lima, manifestó: “El trabajo ha sido completo y complejo. El techo y la carpintería están terminados, solo faltan detalles”. Aquí debe ubicarse la maqueta municipal, un salón de protocolo y un restaurante.
En la ampliación del hotel Mascote, en la tienda de tabaco y ron, y en el bar-mirador laboran los constructores del turismo de Cienfuegos. El ingeniero Norbys Rodríguez puntualizó que el alto estado de conservación del patrimonio, en especial las estructuras, ha favorecido las ejecuciones.
Los integrantes de la brigada de restauración de la Uneac de Caibarién intervienen en la Plaza Mayor Isabel II. En la parroquial mayor los constructores del MICONS de Villa Clara intervendrán en el rescate de la pintura, carpintería y las rejas… El obispo Arturo González Amador consideró beneficiosa la cooperación y especificó que también podrán reparar algunas dependencias pastorales y la escalera hacia la torre.
Mientras todo este trajín ocurre en la villa de las parrandas, una de las tres fiestas nacionales cubanas, Tito el manicero, hombre humilde, pregona su maní 500, ese que aseguró tiene sabor a ancestros, porque San Juan de los Remedios es un lugar único, con una cultura singular.