La temporada ciclónica en el Atlántico Norte comienza este lunes, día que transcurrirá para los cubanos con mucho calor y lluvias aisladas, según el pronóstico avanzado que publica en su página web el Instituto de Meteorología (Insmet).
Hasta el 30 de noviembre se extiende este período, en que con mayor atención acostumbramos a seguir las informaciones del Centro de Pronósticos de esa institución, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
En esta isla lo antecede un ejercicio popular llamado Meteoro, en el que se desarrollan acciones y actividades para enfrentar eventos capaces de ocasionar desastres, partiendo de supuestos peligros naturales o no, como pueden ser ciclones y sismos.
Pareciera que por repetitivo no haría falta el próximo, pero la vida enseña que aunque sabida tengas la lección, debes darle una nueva repasadita. Y en materia de eventos extremos ninguna precaución sobra.
El problema está en cómo se cumplen las orientaciones y lo que está escrito y ensayado, lo mismo para cumplir por las instancias estatales como en la comunidad. Nuestra idiosincrasia no puede supeditarnos a esperar a que truene, por aquello de Santa Bárbara.
Comienza la temporada ciclónica y lo más importante no es saber la lista con los nombres que asumirán esos fenómenos meteorológicos, ni si va a ser activa o no, lo decisivo, lo medular, es que donde están tupidos los tragantes sean limpiados a tiempo, que cada lugareño sepa cómo actuar ante la caída de cables eléctrico, la crecida de los ríos, que debe tener a mano algo con que alumbrarse en caso de la falta de “luz” y recipientes para acopiar agua potable.
A otros corresponden otras misiones, con el ánimo de preservar vidas humanas y evitar al máximo las pérdidas materiales, máximo que siempre ha guiado al sistema nacional de la Defensa Civil.
Por lo pronto compartimos con Uds. algunos comentarios del Doctor José Rubiera, asiduo colaborador del sitio Cubadebate, donde publicó algunas consideraciones siempre válidas.
“Los llamados pronóstico de temporada ciclónica son muy diferentes de los pronósticos usuales del tiempo … Los modelos empleados para dicho pronóstico son de naturaleza estadística, y por tanto sus resultados se alejan de los valores extremos, acercándose más a los valores medios. Además, estos modelos toman elementos resultantes de otros pronósticos previamente hechos, por ejemplo, los del pronóstico del evento “El Niño”. Por tanto, si el pronóstico de “El Niño” no resulta de acuerdo a lo previsto, el pronóstico de la temporada ciclónica tampoco resultará correcto.
“Pero voy a lo práctico. Cuando comenzaron a realizarse los pronósticos de temporada ciclónica a principios de los años 80 del pasado siglo por el Prof. William Gray y su equipo en la Universidad Estatal de Colorado, EE.UU., los Medios hicieron lo magnificaron e hicieron que fuera algo esperado cada año por la población. Sin embargo, se descuidó la interpretación que el lego, no especialista, le podía dar. De ahí que de un hecho de innegable valor científico y cognitivo, se pasó a una información que la población espera, sin que se percataran, en realidad, de su verdadero significado.
“Cuba fue el segundo país del área en desarrollar un modelo de predicción estacional de ciclones tropicales, en un equipo del Centro Nacional de Pronósticos del Instituto de Meteorología, por parte de un proyecto de investigación liderado por la Dra. Maritza Ballester en 1986. También fue el primer Servicio Meteorológico en hacerlo, pues la NOAA de EE.UU. comenzó después. Hay que decir que en Cuba ha ocurrido algo parecido, pues el verdadero significado del pronóstico de temporada ciclónica muchas veces se echa a un lado, concentrándose la información en si la temporada va a ser activa, y si así fuera en dicho pronóstico, se toma la errónea asunción de que entonces Cuba puede ser afectada con una mayor probabilidad.
“¿Cómo interpretar un pronóstico de la Temporada Ciclónica?. Estos pronósticos ofrecen, por lo general, la cantidad total esperada de ciclones tropicales con clasificación de tormenta tropical y huracán, también la cantidad de huracanes y las de huracanes de gran intensidad, categorías 3, 4 y 5 en la escala Saffir- Simpson. Observen que son cantidades totales, para toda la cuenca del océano Atlántico, incluyendo el mar Caribe y el golfo de México. Una temporada activa es aquella que supera la suma de 10 tormentas tropicales más huracanes, la cifra promedio de muchos años. En cuanto a los huracanes, la cifra promedio es 6, mientras que la de huracanes de gran intensidad es 2. Cifras de totales en un una gran área oceánica. Nada más.
“ ¿Azotará algún ciclón tropical este año a San Juan, Puerto Rico; o a Nueva Orleans en Louisiana, EE. UU.; o a La Habana, Cuba; o a algún otro punto específico dentro de la vasta geografía de nuestra área? NADIE LO PUEDE DECIR NI TAMPOCO EL PRONÓSTICO DE LA TEMPORADA CICLÓNICA. Esta es la gran limitante y de ahí su muy escaso uso práctico, sin tomar en cuenta de si dicho pronóstico se cumple o no.
“En ese sentido, que una temporada se pronostique activa o muy activa, digamos con un total de 16, 18, o 20 tormentas tropicales más huracanes; o que se pronostique de normal a poco activa, con 10, 8 ó 6 tormentas tropicales más huracanes, NO SIGNIFICA NADA PARA UN PUNTO O LUGAR ESPECÍFICO….
“Algunos ejemplos de lo anterior: en 1995 se registró la segunda temporada ciclónica más activa del siglo XX con una cifra de 19 tormentas tropicales y huracanes; sin embargo, ninguno se acercó siquiera a Cuba. La de 1930 fue una temporada muy poco activa. Hubo sólo un huracán, pero fue el huracán de ¨San Zenon¨, que con Categoría 5 destruyó completamente a la ciudad de Santo Domingo en la República Dominicana. Lo mismo ocurrió en 1992, una temporada poco activa, pero el huracán ¨Andrew¨, también Categoría 5, ocasionó inmensos daños en el sur de La Florida, EE.UU. En ambos casos de temporadas muy poco activas: ¿Lo serían para los habitantes de Santo Domingo en 1930 y para los del sur de Miami y La Florida en 1992?
“Por ello, no vale perder el tiempo con estas preguntas. Ante una nueva temporada ciclónica preocupémonos y ocupémonos de ESTAR SIEMPRE BIEN PREPARADOS; y cuando ocurra un ciclón tropical de cualquier clasificación o categoría en zonas relativamente cercanas a Cuba: SEGUIR LOS PRONÓSTICOS Y AVISOS DEL CENTRO NACIONAL DE PRONÓSTICOS DEL INSTITUTO DE METEOROLOGÍA Y LAS ORIENTACIONES DE LA DEFENSA CIVIL. Esa es la verdadera interpretación práctica”.