Detroit.- Una victoria a costa de México, válida para subir al tercer escalón del podio, y varios premios individuales fue la cosecha más visible para Cuba en la Copa de Campeones de Norceca despedida el fin de semana en esta ciudad estadounidense.
Sin otra cosa que salvaguardar, más allá que el honor, los alumnos de Rodolfo Sánchez superaron en toda la línea a los aztecas (25-17, 25-22, 25-15) y ratificaron que su rango regional sigue estando por detrás de Estados Unidos y Canadá, a una apreciable distancia.
Esos elencos, merecedores del par de pasajes entregados para la Copa del Mundo de Japón, en septiembre venidero, regalaron un partido final memorable, de nivel mundial, pese a no tener sus maquinarias bien engrasadas en este inicio de la temporada FIVB.
Para mayor asombro, los rojiblancos de Glenn Hoag dieron una muestra de poderío al llevarse el torneo sin utilizar en el choque decisivo (25-22, 19-25, 21-25, 25-21, 17-15) a sus estelares Gavin Schmitt y John Gordon Perrin, algo que hizo muy poca gracia al plantel anfitrión, liderado por el fenomenal punta Matt Anderson.
Estas selecciones fijaron la altura del certamen, y ante ellas Cuba obtuvo calificaciones bajas, fruto de sus tantas adversidades recientes. Las dificultades afloraron en todos los órdenes de juego y también en el plano psicológico, con signos visibles en la falta de empuje, el nerviosismo y la desconcentración.
Solo Rolando Cepeda lució como “pez en el agua”, al punto de llevarse a casa los trofeos de mejor anotador, atacador y opuesto de la lid. El central Félix Chapman también enseñó chispazos de calidad y ganó el premio entre los bloqueadores, otro indicio sobre sus reales condiciones para imponerse al más alto nivel.
Ahora bien, desde mi perspectiva el punto cumbre de la actuación cubana en la llamada Ciudad Motor fue arrebatarle el primer set (25-20) a los locales en su pleito del pasado viernes. Y no porque durante 26 minutos la “orquesta afinara” en condiciones, sino porque enseñó el estadio cualitativo que puede alcanzar con suficiente fogueo y el liderazgo de sus principales hombres.
Entre estos últimos incluyo por supuesto a Javier Jiménez, cuya incorporación a la formación no está confirmada aún para los partidos de la Liga Mundial frente a Argentina, el próximo fin de semana. Su aporte es vital para que la nave encienda todos sus motores y deje de “machacar en baja”.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo de la Universidad de La Habana (UH). Especialista en los deportes de boxeo, voleibol, lucha, pesas y otros. Cubrió los XV Juegos Panamericanos de Río-2007, los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, la final de la Liga Mundial de Voleibol 2011 y otros eventos internacionales celebrados en Cuba. Profesor de Teoría en la Comunicación de la UH y la Universidad Agraria de La Habana. Imparte cursos de esta y otras materias en diversas instituciones del país como el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Deportivo José González Barros.