Desde la base de pesca deportiva El Níspero, en la ciudad de Santiago de Cuba, escribe a Buzón abierto Mario Oliva, en nombre de 55 asociados, inquietos ante la prohibición que les establecieron desde hace ya dos meses para la captura de carnada en la zona de la bahía.
Atrapar el cebo para luego partir de pesquería les resulta imprescindible y por eso la mencionada medida los tiene varados en la orilla.
Todo comenzó a principios de enero con la aparición de especies muertas en un área de la rada santiaguera.
A partir de entonces actuaron representantes de diversas instituciones y se hicieron los análisis de laboratorio correspondientes, los cuales dieron como resultado la presencia de un alga tóxica “por lo que se decidió poner a la bahía en cuarentena por 72 horas”, explican en su carta.
Según refieren, tal problema ocurrió también en el 2012 y como sucede ahora, a los pocos días la situación volvió a la normalidad, no obstante la limitación permanece, a pesar de que han sido múltiples los intentos para tratar de que sea revocada.
En varias ocasiones todos acudieron a la capitanía del puerto y a la oficina de inspección pesquera a fin de que les dieran permiso para la captura de la carnada, aunque sea en ínfimas cantidades, y “siempre las respuestas obtenidas fueron amenazas de decomiso de la embarcación y la aplicación de multas”, subrayan.
Puntualizan que los pescadores furtivos siguen haciendo de las suyas, mientras que “nosotros, con la licencia de pesca y la inspección anual en regla, y el pago tributario al día, somos recriminados y perjudicados”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.