
Alfredo Valdés es un joven de apenas 22 años, parco al hablar, jefe de Brigada de la única Planta de tratamiento de resina en el país. “Empecé como obrero en un jardín pero ahora me siento bien. Somos un colectivo bastante joven y hacemos lo posible. Es un trabajo engorroso pero el salario es aceptable”, cuenta uno de las nuevas caras del centro, renovado en sus integrantes y su maquinaria, tras la puesta en marcha a fines del 2014, transcurridos tres años de parada, una suerte de segundo comienzo que promete buenos dividendos.
La planta forma parte de la Unidad Empresarial de base Estractiva industrial y producciones varias, perteneciente a la empresa forestal integral Pinar del Río, una provincia con planes para aprovechar el enorme potencial forestal de Cuba.
Segundas partes…
De la resina extraída del pino se obtienen dos productos fundamentales muy solicitados en el mercado internacional por innumerables usos: colofonia (el fundamental) y aceite de trementina. Ante de las reparaciones, cuentan los especialistas, apenas se obtenían unos 400 kg diarios de la primera sustancia, para lo cual se debía comenzar a las cinco de la mañana. Sin embargo, en el estado actual, cuando aún no terminan las labores de remodelación propuestas, se triplica la producción hasta 1,2 toneladas.
“La planta antigua comenzó a trabajar en 1994 con una caldera de vapor de 0,25 metros cúbicos, poca capacidad para la producción, sufríamos reiterados paros, la calidad no era la buena. Estuvimos detenidos el periodo entre 2011-2013 hasta que se decide hacer una remodelación total.
“Se cambió de caldera para obtener el vapor necesario. También se dio mantenimiento a los conductores de vapor, fueron revestidos los reactores, se trajo un tanque de combustible con mayor capacidad, aumentamos el tamaño de la piscina de enfriamiento, se acondicionó el sistema de almacenamiento, entre otras cosas, antes de arrancar, un tiempo de prueba en septiembre de 2014, hasta la reinauguración en noviembre”, explicó Daniel Infante, jefe de producción de la UEB y fundador de las primeras instalaciones.
Las labores garantizan ahora un ahorro de combustible notable pues se rebaja el consumo de 220 litros para producir una tonelada a 170, con mayor aprovechamiento del vapor de la caldera y disminución del consumo de agua.
Resultados
En espera de la resolución de los trámites para exportar, la planta tiene ya en sus almacenes más de 40 toneladas de colofonia esperando y también obtuvieron unas 36,3 ton de trementina. Hasta el momento solo se realizó una venta a la industria del fósforo de 20,196 toneladas de colofonia en diciembre y cuenta Carlos Alberto Robaina, director de la UEB, les han pedido una mayor cantidad.

Las razones son la notable calidad en parámetros como la transparencia, pureza y los bajos niveles de humedad del producto final.
El colectivo se compone de cinco trabajadores y un operador de calderas, la mayoría jóvenes como Alfredo, quienes afirman poder asumir cualquier reto productivo, estimulados por las condiciones de trabajo y el salario, pues en el mes de marzo deberán encontrarse con un promedio de 1060 pesos. Ante este panorama, la fuerza promete mantenerse estable y el plan no debe tener problemas para cumplirse si no fallan la materia prima, combustible y energía.
El futuro
Mientras todavía se toma impulso, quienes conocieron de la anterior etapa, coinciden en el salto de todo tipo experimentado allí. El record anterior se registra de 1996, cuando se alcanzaron unas 113 toneladas de colofonia, trabajando en tres turnos. El plan presente, después de los cambios, se sitúa en 220 con un solo turno.
Las remodelaciones no han terminado aún, con lo cual se vaticina un futuro más brillante. Cuando se ponga en marcha el segundo reactor, la capacidad se duplicaría, además se eliminarán algunas acciones manuales para humanizar el trabajo y aumentar la calidad. También, cuando finalicen los trámites, podrán comercializar la colofonia bajo la marca Rosine y la trementina bajo el nombre de Solpine.
Potencial no explotado aún
Pinar del Río posee las mayores reservas forestales del país y por ello, un potencial elevado para aprovechar. La planta se alimenta de cuatro Empresas Forestales del territorio: Macurije, Minas, La Palma y Pinar del Río, las cuales brindarán unas 550 toneladas de materia prima en bruto, pero pudieran dar aún más.

“A lo aserríos llega mucha madera sin resinar en las cuatro forestales pero se está montando un programa para que no entre madera en bolo sin resinar. Es un proyecto pensado para en cuatro años tener unas tres mil toneladas bruta sin procesar.El excedente que no se pueda tratar en la planta será exportado como materia prima”, explica Israel Gálvez Lugo, director de EFI Pinar.
Los expertos indican que con 1,5 toneladas de resina se obtiene una de colofonia y unos 150 kilogramos de trementina. De darse las condiciones ideales, hablaríamos, a la vuelta de unos años, de una producción elevadísima, única en Cuba y con elevada demanda en el mercado por su utilidad.