Medios internacionales de prensa se han hecho eco, con exagerada fanfarria, de lo que es un proceso rutinario de revisión por el Departamento del Tesoro de la llamada lista de “Nacionales Especialmente Designados”, el cual se realiza usualmente para excluir de ella a entidades que han desaparecido o a individuos que han fallecido.
¿Qué es la lista de “Nacionales Especialmente Designados”?
Se trata de una “lista negra”, que incluye a individuos, compañías e instituciones, que operan a nombre de países que están sometidos a sanciones económicas por parte de Estados Unidos, como el bloqueo contra Cuba, y con los cuales ninguna persona natural o jurídica bajo jurisdicción estadounidense puede realizar transacciones económicas, comerciales o financieras. Los bienes y cuentas bancarias de estos sujetos en los Estados Unidos son congelados.
Según las informaciones publicadas, como resultado de esta nueva revisión, el Departamento del Tesoro decidió excluir de esta lista a 45 entidades cubanas o vinculadas con Cuba, de ellas, 28 empresas, 11 embarcaciones y 6 personas, en su mayoría vinculadas con la industria del turismo. Los medios de prensa que han reportado esta noticia no se han tomado el trabajo de verificar si estas entidades existen o no, y si las personas mencionadas están vivas o no.
Aquellos que pensaron que estamos en presencia de una decisión de gran alcance en relación con la política de Estados Unidos hacia Cuba y, en particular, ante una modificación sustancial del bloqueo, deben leer atentamente lo dicho por una funcionaria no identificada del Departamento del Tesoro a la agencia de prensa estadounidense AP, quien aseguró que la remoción se debe a una revisión interna de las designaciones antiguas relacionadas con Cuba y no está vinculada con las modificaciones recientes anunciadas por el presidente Obama.
Lo que no dijeron esta funcionaria ni los medios de prensa es que el bloqueo contra Cuba se mantiene intacto, sigue afectando a más de once millones de cubanos y a miles de empresas e instituciones de nuestro país, y continúa castigando, como resultado de su aplicación extraterritorial a entidades de terceros países.
La multa anunciada el pasado 12 de marzo al banco alemán Commerzbank, por la gigantesca cifra de 1 710 millones de dólares, la segunda más grande impuesta por Estados Unidos, por violar las sanciones contra Cuba, Irán, Sudán y Myanmar, es el más reciente ejemplo de la vigencia de esta política.
(Tomada del periódico Granma)