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A finales del año 2006 nace para Guantánamo el Programa para el Desarrollo Local (PDL), proyecto dirigido a lograr mayor calidad y nivel de vida de la población y el progreso económico social de la región, a partir de las potencialidades existentes en la provincia.
Desde sus inicios y durante estos ocho años, existió más que un gran financiamiento y recursos, un derroche de creatividad e inteligencia por parte de sus protagonistas.
El principio siempre fue hacer las cosas con calidad y belleza, de manera que impacte en los visitantes y eleve el amor por el terruño. Ni los más escépticos del territorio o cualquiera que nos visite en la actualidad, pueden dejar de reconocer el amplio movimiento constructivo, de rehabilitación y reanimación realizadas en la provincia como parte del Desarrollo Local.
Las acciones del Programa abarcan a todos los sectores de la sociedad, y si el total de obras concebidas en sus inicios para el proyecto era de 506, esta cifra, hace mucho, fue duplicada, y en la actualidad superan las mil 180 terminadas en ocho años.
Como sucede, desde su nacimiento, el Programa incide directamente en el aumento de la calidad de vida de la población, tanto en las ciudades principales y cabeceras municipales, como en los más apartados asentamientos poblacionales de nuestra geografía, poniéndose énfasis en el incremento de la venta de productos percápita por habitantes, junto al mejoramiento y puesta en marcha de nuevos centros recreativos, gastronómicos y de servicios; la construcción y rehabilitación de parques sociales e infantiles u otros espacios que se generan para el esparcimiento y la recreación sana.
El Programa se inserta al desarrollo integral de los 10 municipios guantanameros, lográndose declarar de Referencia casi un decena de comunidades rurales, pertenecientes a las zonas del Plan Turquino, en áreas u otras rurales del llano.
Tan solo basta con hacerle una visita a comunidades como Hatibonico, Santa Fe, La Punta de Maisí, Dos Pasos, El Jamal, Monte Verde, Guaibanó, Paraguay y Maquey, entre otras.
Sin dudas, el Programa de Desarrollo Local alcanzó su mayoría de edad y demostró las potencialidades existentes en el territorio para lograr un Guantánamo mejor, en el orden económico-social. Ahora, el reto permanente está en seguir avanzando.
