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Tras conocer las sanciones de Obama contra Venezuela, la Cancillería ecuatoriana emitió en un comunicado que el Gobierno considera estas medidas como una nueva arremetida estadounidense que está «lejos de contribuir a apaciguar a la sociedad y favorecer un clima de distensión, las medidas unilaterales de sanción (…) pretenden alterar la institucionalidad del Estado venezolano de forma antidemocrática».
Obama anunció el lunes que trabajará para enfrentar la “amenaza” que representa Venezuela y exigió la liberación de presospolíticos en el país.
Entre las medidas que establece el decreto están el congelamiento de activos en EE.UU. y la prohibición de entrar al país a funcionarios venezolanos.
Según EE.UU. estos funcionarios habrían estado vinculados a actos de violación a los derechos humanos por detener las protestas golpistas registradas en Venezuela entre febrero y mayo del 2014 en el marco del plan “La Salida”, en alusión a “la salida” de Nicolás Maduro de la presidencia, con el financiamiento de la administración estadounidense, que dejó 43 fallecidos y más de 600 heridos.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó como “una broma de mal gusto que recuerda las épocas de invasiones y dictaduras imperialistas”.
A través de su cuenta enTwitter, el mandatario ecuatoriano expresó que el decreto que tilda la nación hermana como una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos» revive los años oscuros de América Latina.
Asimismo, el presidente de Bolivia, Evo Morales, solicitó una reunión urgente de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac) para defender a Venezuela de los nuevos ataques de Estados Unidos.
«He pedido a mi canciller, David Choquehuanca, consultar a la Celac y la Unasur para declararnos en estado de emergencia frente a la agresión de Obama», manifestó el jefe de Estado.
«Condenamos, repudiamos, no aceptamos en el siglo XXI esta clase de intervención por EE.UU.», expresó el presidente andino, quien considera que tras las declaraciones de Obama se oculta la amenaza de «invadir Venezuela».
En ese sentido manifestó «toda nuestra solidaridad y apoyo al presidente Maduro, al Gobierno de la revolución bolivariana y al pueblo de Venezuela», sostuvo Morales, quien calificó los señalamientos de Obama como «una provocación a la paz» después de varios fracasos para promover un golpe de Estado en la nación bolivariana.
Ante todo el atropello, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, alertó a todos los movimientos de solidaridad con Venezuela lo que representa estas sanciones, y anunció que el Gobierno venezolano mostrará evidencias de cómo estas medidas no se corresponden con el derecho internacional.
Rodríguez considera que la medida estadounidense de calificar Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional “solo pretende justificar el intervencionismo imperialista”, e informó que todas las misiones diplomáticas denunciarán esta agresión imperialista del Gobierno de los Estados Unidos.
(Con información de Telesur)
