El control interno es concebido como el proceso integrado a las operaciones con un enfoque de mejoramiento continuo, extendido a todas las actividades inherentes a la gestión, efectuado por la dirección y el resto del personal.
Se implementa mediante un sistema de normas y procedimientos que contribuyen a prever y limitar los riesgos internos y externos, proporciona una seguridad razonable al logro de los objetivos institucionales y una adecuada rendición de cuenta.
Desde esa óptica, el sistema de control interno se proyecta como las acciones establecidas por la legislación especial en esta materia, que se diseñan y ejecutan por la administración, para asegurar la consecución de los objetivos encaminados a proteger y conservar el patrimonio contra cualquier pérdida, despilfarro, uso indebido, irregularidad o acto ilícito.
También se encamina a asegurar confiabilidad y oportunidad en la información que se recibe o se brinda, además de garantizar la eficiencia y eficacia de las operaciones económicas, mercantiles u otras similares que se realicen, de acuerdo con el objeto social o encargo estatal, bajo los principios del ordenamiento jurídico que le es propio y en cumplimiento del ordenamiento técnico establecido por los organismos rectores, para el empleo de herramientas, equipos, instrumentos y otros medios de carácter similar, en la realización de los distintos procesos a cargo de la administración correspondiente.
La Resolución 60 del 2011, emitida por la Contraloría General de la República, se convierte en la norma regulatoria en la que se establecen los principios básicos que deben ser cumplidos por los órganos, organismos, organizaciones y entidades, y que son: legalidad, objetividad, probidad administrativa, división de funciones, fijación de responsabilidades, cargo y descargo, autocontrol. A ello se unen las características del sistema de control, que se centra en lo integral, lo flexible y lo razonable.
Un componente fundamental, aunque no el único, el ambiente alrededor de este tema, sienta las pautas para el funcionamiento legal y armónico de la administración, para el desarrollo de las acciones, y debe reflejar la actitud asumida por la máxima dirección y el resto del colectivo en relación con la importancia del sistema de control interno. He aquí también, además del proceso de planificación y el chequeo del plan, un medio imprescindible para el desarrollo.
*Doctor en Ciencias Económicas
Es cierto el control interno es concebido como el proceso integrado a las operaciones con un enfoque de mejoramiento continuo, extendido a todas las actividades inherentes a la gestión, efectuado por la dirección y el resto del personal. Y es aquí donde comienza la incoherencia: el resto del personal está ajeno a este proceso, la administración es juez y parte, en general la mayoría de los cubanos no se sienten dueño de nada y muchos administrativos hacen uso de este problema para beneficio propio y el Control Interno se convierte en algo vacío, sí, desde el punto de vista de su redacción muy bien estructurado pero hasta ahí, los trabajadores están ajenos a ese control. Hay empresas estatales que poseen un gran patrimonio y, es cierto, el Control Interno por lo menos en teoría funciona de maravillas, pero hay algunos administrativos se aprovechan de sus fisuras y lamentablemente se ven muchos hechos de desvío de recursos donde solo se le hace la autopsia y otros siguen impunes pues los trabajadores están ajenos al Control Interno de verdad.