Aprender aunque sea de experiencias ajenas siempre es válido, por eso les exponemos el caso del santiaguero jubilado Eliecer Pérez Masforal, quien escribió a Buzón abierto por inquietudes respecto a la adquisición del módulo de ropa y calzado en la entidad donde laboró hasta abril del 2014.
Resulta que nos han llegado varias cartas relacionadas con el tema y aunque proceden de diferentes sectores, bien pudieran estar reflejadas en la respuesta que firma para el primer caso María Isabel Leyva Mayo, directora general de la empresa de calzado Combell.
Explica que de conformidad con la Resolución 293/2007 del Ministerio de Economía y Planificación, entraron en vigor las indicaciones con vistas a programar y asignar módulos de ropa y calzado para los trabajadores, los cuales serán entregados una vez al año.
El resuelvo primero, numeral sexto, recoge que se hará según las normativas establecidas en el plan en curso, en dependencia de las características de las actividades y en correspondencia con la plantilla real cubierta, elementos obligados a tener en cuenta para la ejecución de esos gastos, y que son auditables, añade.
Por eso le aclaran a Eliecer que cuando en su centro ocurrió la distribución, en el último trimestre del pasado año, él no formaba parte de la nómina, “por lo cual resulta improcedente la asignación que a su vez no constituye un estímulo”, subraya la funcionaria.
Sin embargo, expone que tomarán en cuenta la preocupación del lector al planificar la atención a los jubilados del sector que continúan aportando sus experiencias al desarrollo de la industria del calzado.