Galardonados del Concurso nacional de poesía Regino Pedroso

Galardonados del Concurso nacional de poesía Regino Pedroso

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...
Galardonados del Concurso nacional de poesía Regino Pedroso (2)
Ulises Guilarte De Nacimiento (a la derecha en la imagen), secretario general de la CTC, entregó el Primer premio a Reinaldo Cedeño Pineda, de Santiago de Cuba, a quien el destacado pintor Ángel Silvestre obsequió una de sus obras de arte. / Fotos: Roberto Carlos Medina

De la ceremonia de premiación: “Felicitamos a Reinaldo por su catadora y el toque de puerta cada día a las 11 en punto. Felicitamos a Modesto, alguien que repite, por señalarnos la pradera infinita donde justamente sueñan los hombres, también las mujeres, y persisten universos. Felicitamos a Erian, joven de 22 años, por las puertas para huir de la casa y la alerta de que la abuela ha visto caer cada una de las paredes. Felicitamos al también joven Camilo José por su Retorno como un extraño en su propia casa para mezclar recuerdos y sensaciones. Felicitamos a Ettiel por su Burbuja del tiempo, el tiempo como asedio, quebranto, verdugo, salvación… Felicitamos a Dalgis por su Piazza Morgana donde nos describe que un corazón blando late fuerte. Felicitamos a Ada Isabel, quien también repite. A ella damos las gracias por la Paradoja que significa un vestido sin cuerpo y tanta gente desnuda”.

PRIMER PREMIO

La catadora

Cada día

a las once en punto

a la puerta de Margot Woelk

toca la muerte.

A la orden

un oficial levanta la cuchara

Margot Woelk

reza

traga

pimientos

espárragos

fideos

arroz.

La hora siguiente

es una ruleta

Margot Woelk

reza

escupe

se deja caer

se aprieta en el asiento.

Margot Woelk

era la catadora del Führer.

Nadie le cree

a esta anciana

delirante

nadie le cree

que tocarán a su puerta

a las once en punto.

Reinaldo Cedeño Pineda
(Santiago de Cuba, 1968)

PREMIO EXTRAORDINARIO
XX CONGRESO DE LA CTC

La pradera infinita de los sueños

A Hugo Chávez Frías,
alquimista de la luz y de la vida

En el penacho del cielo duermen las estrellas.

Sobre la tierra, los hombres soñamos.

Como herencias ancestrales, persisten universos,
más allá de la escasa visión de lo posible.

Perviven las ideas y los arcanos instintos,
a veces apacibles, otras convulsas.

Tendemos puentes invisibles como si fueran arcas
donde los rastros van acumulando sueños.

Buscamos los caminos que sabemos y no están.

Pero sabemos que existen tales rastros milenarios.

Amanece y todo se vuelve imperceptible.

Tropezamos con la luz sin darnos cuenta
que la luz son puertas bien cerradas,
solo muestra lo que quiere sea visible,
acomodando al ojo a la hendija inmensa,
esa madre alimenticia que nos dice esto es
y no nos deja descubrir lo que se oculta.

Y en las noches somos sabios.

Todo es más nítido y preciso cuando la luz se marcha.

La noche son puertas que se abren.

Se desvela el Universo, la mirada tranquila
del sueño atento a cada entorno.

Nos llegan las señales. Más allá del penacho inaccesible,
aparece el ingrávido aposento de lo arcano.

Allí donde todo existe en cósmica armonía,
donde todo nace indetenible y la creación se muestra.

No sabemos todavía. Lo que es y será, allí; o allá,
qué importan las distancias, solo la noche nos lo brinda,
mientras en el penacho del cielo duermen las estrellas
y sobre la tierra un hombre sueña todavía.

Modesto Caballero Ramos
(Mayarí, Holguín, 1948)

SEGUNDO PREMIO

puertas para huir de la casa

la casa tiene cuatro puertas para huir
Bertolt Brecht

la abuela ha visto
caer cada una de las paredes de la casa
y la familia intentando componerlas sin remedio
se levantan otra vez
pero llegan vientos que punzan fuerte
las maderas caen carcomidas por el tiempo
que es como un recipiente
donde sedimentar el agua turbia de los días
la abuela se sienta en el portal a pedir lluvia
aunque en el patio crezca la maleza
y al cocotero no le acabe de florecer en el tronco
la orquídea fruto del olvido
muchos han partido piensa la abuela
y ella siente gemir la casa
donde cada vez hay menos mujeres
y los hijos clavan la estaca cruz sobre la tierra húmeda
antes era diferente
ella dice mucho esa palabra
antes las mujeres los hombres la familia las siembras la lluvia
antes tampoco la casa era la misma
hoy se levanta junto al muro de las lamentaciones
antes
asegura
no era necesario proteger la casa con un muro contra el tiempo

Erian Peña Pupo
(Holguín, 1992)

Galardonados del Concurso nacional de poesía Regino Pedroso (3)
Los laureados rindieron honores ante la tumba donde descansan los restos de Regino Pedroso y Petra Ballagas, ocasión en que fueron acompañados por su hija Juanita, en la foto junto a Erian Peña Pupo (Segundo premio, al centro en la imagen) y Camilo José Noa Rodríguez (Tercer premio), ambos de la provincia de Holguín.

TERCER PREMIO

Retorno

Quisiera revivir este recuerdo…
Pero está extinguido ahora… casi nada subsiste
yace lejos, en los años de mi adolescencia.
Kavafis

La hierba sigue creciendo
en torno al camino angosto
Me recuerdo niño
recogiendo guayabas
o bajo la sombra del mamoncillo
que manchaba mis ropas

Aquí no ha cambiado nada
el río sigue lánguido
reposado en pequeñas pocetas
donde solía pescar camarones de agua dulce
Los recuerdos se mezclan
con la imagen que ahora observo

Mis primos ensayaban sus romances
y yo, desentrañaba secretos
bajo la faldita de mi vecina
sobre las flores de roble
Esto parece nieve -decía-
y su piel de ébano se fundía en la blancura
perfumada del suelo

Aún tengo esa sensación de escarcha
terrible y hermosa
cuando coloco la mano sobre estas flores
tienen un rocío que parece estar ahí
desde aquellos tiempos
desafiando el sol

Regreso al centro de todo
alguien me mira
busca en mi rostro algún indicio
Soy un extraño en mi propia casa
un forastero en mi propia tierra

Ha pasado tanto tiempo
y puede que esta casa ya no sea mi casa
ni la tierra
ni el roble en flor

Escuché de mi vecina
que ahora vive en Viena
quizás cerca de un bosque de abedules
supongo que en Austria no crezcan los robles
pero no importa
a fin de cuentas su idea
siempre fue la nieve

Camilo José Noa Rodríguez
(Gibara, Holguín, 1990)

PREMIO ESPECIAL
RUFO CABALLERO IN MEMÓRIAM

Piazza Morgana

El ser se es,

no puede pues declinarse.

María Sambrano

Se mutilan las palabras en las plazas oscuras

cuando un corazón blando late fuerte

cubierto por un caparazón social

se exhibe Calver Casey

guardando las mejores partes

del alucinado barroquismo del cuerpo

el deseo sexual latente como una maldición

malas palabras.

Evoco todas las geishas que adornaban

el kimono de Casal

para una lucha irrebatible

en las largas noches que Casey

planeaba un adiós

quedándose su yo en otro yo

transparente

con miedo a que lo descubran.

Cuántas cosas soñaste

hasta quitarte el velo

petrificar el deseo y escribir

el reino de libertad soñada

Piazza Morgana

hoy todos los machos

sexo débil

te aclaman.

Tú Casey libre

completamente libre

sin temores ni causas

con tus viejos difuntos

de las historias contadas

novela sin final.

Tú Casey

hiciste legendaria la fatídica fecha

y alargaste el tiempo

/ 16 de mayo de 1969

interponiendo el vacío

del que hubieras extraído el aire.

Dalgis Giró Martínez

(Guisa, Granma, 1970)

PREMIO ESPECIAL DEL CONSEJO
NACIONAL DE CASAS DE CULTURA

Paradoja

Un vestido sin cuerpo,

-con la espina dorsal doblada en cuatro-,

todos los días sufre de lumbalgia,

todos los días lame sus arrugas,

todos los días pide inútilmente

una jabonadura en ciclo suave,

cierta dosis de sol y plancha tibia.

Un vestido sin cuerpo,

-fuera de moda, tristemente sobrio-,

tiene libido aunque se acueste virgen,

sueña con maniquíes voluptuosos

copulando frenéticos ahí,

delante de él, como si no existiese,

como si fuera un trapo condenado

a que alguna tijera lo desflore.

Y es algo tan común, tan poca cosa

un vestido sin cuerpo,

que cuando muera a manos de los bichos

nadie pondrá una nota en el periódico,

ni un crespón al espejo, ni una flor.

Quizá lo de los cuerpos sea un cliché,

otra manera de negar el rostro.

Quizá haya ajuares cohabitando en paz,

-aquellos bien amados por la carne-,

mas son tantos los huérfanos que pugnan

con el futuro miope, con la senda

amputada una cuarta sobre el muslo…

Quién habla de victorias: se sacuden

la inercia simplemente por cuestión

de amor propio, por suponer que existen.

Un vestido sin cuerpo,

y tanta gente por ahí, desnuda…

Ada Isabel Machín Álvarez
(La Habana, 1961)

Galardonados del Concurso nacional de poesía Regino Pedroso (1)
El encuentro de premiados se efectuó en el Museo Nacional de los Trabajadores Palacio de Torcedores.

PREMIO ESPECIAL DEL GRUPO ALA DÉCIMA

Burbuja del tiempo

No sé por qué se ha hecho

desde hace tantos días este extraño silencio…

Dulce María Loynaz

El tiempo al abrazo viene

y no se aparta…         Es mi asedio,

mi salvación,               —su remedio

de madera me sostiene.

No sabe el amor qué tiene

para que perdure tanto.

Ha sido un monstruo, quebranto;

ha sido portero,           ha sido

un corazón detenido

en una cárcel de espanto.

Ha sido la soledad

en mis manos,   mi taberna,

mi verdugo.       Ha sido eterna

su ronda,           su terquedad,

la aparente frialdad,

su casa dura y vacía.

Me pierde,     —¿quién lo diría?

después de tanto abrazarme:

se aparta por no dejarme

sentir su melancolía.

El tiempo jamás abjura

cada soplo nace, y muere:

no aguarda por quien le quiere

ni persigue al que se apura.

Un instante no se cura

de su pasado;     pues arde

el minuto con alarde

de rapidez,         y se extingue.

Su premura no distingue

entre la aurora y la tarde.

Saldo mis cuentas. No puedo

tomar el camino en calma.

Lleno de murmullo el alma

para sentirla.             Del miedo

se oye el sonido,       le cedo

mi libertad,               aparece

esta urgencia que adolece

y me atrapa en la renuncia:

es el escape…          ya anuncia

que nada me pertenece.

Carlos Ettiel Gómez Abréu
(Jagüey Grande, Matanzas, 1978)

Compartir...

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu