Cuando en 1935 la dirección del Partido Comunista confió a Lázaro Peña González la tarea de reconstruir el movimiento sindical, totalmente desarticulado por la sangrienta represión desatada por el régimen como consecuencia de la huelga general de marzo de ese año, Carlos Fernández Rodríguez se encontraba entre los cuadros que le apoyaron en el ingente esfuerzo.
Desde un año antes, José Manuel Carlos Fernández Rodríguez, nacido en La Habana el 25 de noviembre de 1914 e incorporado a la vida laboral cuando apenas contaba con 14 años de edad, dirigía el Departamento Juvenil de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (CNOC). Para entonces acumulaba una rica experiencia de lucha obtenida mediante su incorporación a las organizaciones revolucionarias en 1930, y su participación, como miembro de la dirección de la Liga Juvenil Comunista, en la huelga general que en agosto de 1933 derrocó la tiranía de Gerardo Machado.
Eterno fundador
Posteriormente, como trabajador de las rutas de ómnibus 23 y 24, Carlos Fernández R. se afilió a la Federación Nacional de Obreros del Transporte, a la cual representó en la comisión que, presidida por Lázaro Peña, en septiembre de 1938 viajó a México donde quedaría fundada la Central de Trabajadores de América Latina (CTAL).
En los meses subsiguientes laboró activamente en los preparativos del congreso nacional obrero que, en enero de 1939, dio vida a la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), cuyo primer ejecutivo integró como secretario de Propaganda y Prensa. En lo adelante alternó esa responsabilidad con la de subdelegado ante los Organismos Oficiales y Patronales, salvo el período en que, tras la fundación de la Federación Sindical Mundial (FSM) en 1945, laboró en las oficinas de esta en Viena, Austria.
Partidario convencido de la unidad sindical, luego del triunfo de la Revolución en enero de 1959, como militante del Partido Socialista Popular (PSP) laboró intensamente por la consecución de ese principio. En 1961 los delegados al XI Congreso de la CTC (Revolucionaria) lo eligieron secretario de Divulgación, cargo que ocupó hasta su fallecimiento, ocurrido el 14 de junio de 1963, dejando como legado una vasta obra, en especial en lo que a prensa obrera se refiere, pues además de contarse entre los fundadores de la Asociación de la Prensa Obrera de Cuba (Apoc), con su impronta marcó el carácter de diversas publicaciones de ese tipo, entre ellas Juventud Obrera, CNOC, Aurora, Orientación Social, Marcha, CTC, Unidad Obrera, Noticias de Hoy, Vanguardia Obrera, y Trabajo.
Momentos inolvidables
Para Ángel Menéndez Parrondo, quien en junio de 1952 comenzó a trabajar como peón de líneas aéreas en la entonces Compañía Cubana de Electricidad, son memorables las tres primeras ocasiones en que, antes del triunfo de la Revolución, estuvo con Carlos Fernández R.
La primera, cuando lo conoció a finales de ese año o principios del siguiente en que, a pesar de no ser militante, Humberto Leal, secretario del PSP, única organización revolucionaria existente en la compañía y con la cual contactó en cuanto se incorporó al centro, le invitó a una reunión a la que asistió Carlos.
“De aquel momento recuerdo que al preguntarle Leal si él no anotaba nada, Carlos le respondió: ‘No tengo esa costumbre’. Eso me llamó la atención y me dije que quizás, aunque el PSP aún no había sido ilegalizado, era por la situación de represión existente en el país o porque tenía una memoria privilegiada; esto último era lo cierto”.
Un segundo encuentro ocurrió cuando Félix Ronda, también dirigente del PSP en Plantas Eléctricas, lo condujo hasta el local del Partido, en Carlos III No. 609, para afiliarlo. “Allí se encontraban Lázaro Peña y Carlos Fernández R., quien fue a saludarme y hablamos de los problemas que había con los trabajadores del centro. Después Ronda me presentó a Lázaro y este me regaló un sellito de la CTC, con el logotipo original en el cual se leía: ‘Por una sociedad sin clases’.
“En mi casa de la calle Ayuntamiento nos vimos la tercera vez, en el segundo semestre de 1956 o principios de 1957, en una reunión de dirigentes del PSP de Plantas Eléctricas.
“Que yo sepa, él nunca fue secretario general de un sindicato, pues desde la fundación de la CTC siempre ocupó cargos en el ejecutivo. En mi opinión, era uno de los dirigentes más capacitados del movimiento sindical en Cuba, por sus conocimientos, suave forma de hablar y poder de razonamiento”.
Acerca del autor
Graduada de Licenciatura en Periodismo, en 1972.
Trabajó en el Centro de Estudios de Historia Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el desaparecido periódico Bastión, y como editora en la Casa Editorial Verde Olivo, ambos también de las FAR. Actualmente se desempeña como reportera en el periódico Trabajadores.
Ha publicado varios libros en calidad de autora y otros como coautora.
Especializada en temas de la historia de Cuba y del movimiento sindical cubano.