Roberto Ramírez, enviado especial
Veracruz.- Se equivocaron quienes miraron hacia lo sucedido hace ocho años para apostar contra de la gimnasia rítmica cubana, porque esta demostró proyección hacia sus mejores momentos y ganó el torneo de los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe.
El balance de cuatro coronas, seis subtítulos y un cuarteto de preseas bronceadas quedó sellado este viernes en jornada donde Manrique Larduet y Yesenia Ferrera conquistaron sus segundos cetros para consolidarse pilares de una labor colectiva que tiene sólida retaguardia en casa.
Tal como la solitaria plata lograda en Cartagena de Indias´06 dejó un sabor amargo, el liderazgo ejercido ahora en el Pabellón de Gimnasia de Veracruz merece ser valorado en toda su dimensión, porque Colombia (3-2-2) y Venezuela (3-2-0) dispusieron de más recursos y necesitaron aceptar plazas inferiores en el podio.
No por gusto los expertos de esos y otros países felicitaron entre admirados y sorprendidos a los competidores de la isla, que celebró la porfía individual varonil por intermedio de un Larduet también rey en el caballo de saltos e insatisfecho con la apreciación de los jueces que le dejaron segundo en las paralelas.
“Fue un cierre de competencia muy tenso, pero estoy muy contento porque trabajamos para esto, y me siento bien por haber contribuido con siete medallas a la delegación”, consideró el santiaguero, poseedor de una cosecha de 2-4-1 que su entrenador Carlos Rafael Gil calificó de excelente.
“Lo sucedido aquí es una buena razón para prepararse mejor, porque el objetivo que veníamos a buscar se cumplió al retomar el liderazgo centroamericano para que todos vuelvan a respetar a Cuba”, puntualizó.
“Ahora toca mirar hacia los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 para seguir recuperando espacios y demostrar que nuestro deporte vive un ascenso sin retorno”, sentenció el técnico, quien reiteró agradecimientos “para cada una de las personas que fueron parte de todo esto, particularmente los restantes miembros de nuestro colectivo”.
Yesenia también se regaló un final disfrutado al bañar en oro su ejecución en la prueba de manos libres y apoderarse de un no pronosticado tercer puesto sobre la viga de equilibrio, desempeños válidos para situar su botín en 2-1-2 y desatar elogios.
“Logré mantener una buena disposición, incluso después que fallé en las barras asimétricas, porque mi entrenador me dio mucho ánimo, y eso fue importante para alcanzar estos resultados”, indicó la santiaguera de 16 años que además fue número uno en el caballo de saltos y tercera entre las máximas acumuladoras.
“Regresamos a casa felices, ya que habíamos pensado en una medalla de cada color y nos vamos con dos de oro, dos de plata y tres de bronce aunque este es un evento muy fuerte porque el área se ha desarrollado mucho”, resumió su preparador Fernando Véliz.
“Es el fruto del trabajo de numerosos compañeros, y sobre todo del esfuerzo y el sacrificio que las niñas hacen cada día”, enfatizó. El desempeño de Cuba quedó igualmente marcado por lo tributado por Dovelis Elena Torres, segunda en el caballo de salto y tercera en ejercicios a manos libres, y el equipo plateado integrado por ella, Ferrera, Mari Forffi, Lidys Rojas y Leidys Perdomo.
En la rama masculina Rafael Rosendi y Randy Lerú acompañaron a Larduet en la conquista del bronce en una lid por equipos enfrentada con la desventaja de no haber inscrito a otros concursantes, mientras las nóminas rivales disponían de cinco. Otra razón para aplaudir lo acontecido en suelo veracruzano.