Por Roberto Ramírez, enviado especial
Veracruz.- Hicieron del partido una fiesta desde que salieron a la cancha y se enlazaron hombro con hombro para entonar las letras del Himno Nacional como preámbulo de la entrega que les llevó al centro del podio.
Las muchachas del balonmano cubano vinieron por el oro a los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe y lo disfrutaron conscientes de su significado, sobrepuestas al escaso roce y otras limitaciones ajenas a unas puertorriqueñas a las que arrollaron 32 goles por 18.
Tras una pálida demostración que les limitó a derrotar por la mínima a México (28-27) en semifinales, validaron este jueves el 67 por ciento de sus tiros a puerta en el gimnasio del complejo deportivo Carlos Cerdán y regresaron a la cima perdida en ausencia hace cuatro años.
“Ayer tuvimos un partido bastante desacertado, pero hoy en la mañana tomamos todas las previsiones e hicimos los ajustes necesarios, y todas se concentraron con seguridad, convencidas de su nivel”, dijo emocionado el técnico Lorenzo Maturel.
Sus alumnas mostraron garra desde que se escuchó el silbatazo y terminaron por acallar a la barra boricua instalada en las gradas. Liderazgo ofensivo de la extremo derecho Gleinys Reyes y paradas temerarias de la portera Eneleidys Guevara signaron su paso indetenible.
Reyes anotó ocho veces en 10 intentos y comandó a las goleadoras con 38, por delante de su compañera Maricet Fernández, quien cerró con 32 luego de disfrutar de seis en un duelo donde las interiores Aylín Martínez y Lisandra Lusón aportaron seis per cápita.
Maturel insistió en agradecer “a todos los compañeros que contribuyeron a la preparación” y emitió un mensaje especial para quienes garantizaron una provechosa etapa en Santiago de Cuba.
“A su dirección de deportes, a los trabajadores de Villa Trópico y de la polivalente, como a las autoridades del INDER y de la Escuela Cerro Pelado”, explicó el estratega, quien recordó que el fogueo internacional previo a la lid se redujo a dos encuentros habaneros con un club noruego.
Interrogado sobre las claves del choque de despedida Maturel elogió la forma en que se distribuyeron las responsabilidades, aunque resaltó a Guevara, Maricet, Aylín, Lusón, Reyes y Lisandra Espinosa, baluartes durante todo el certamen.
“Estoy muy contento con el equipo, porque supo reponerse de lo sucedido en la fecha anterior para mostrarse a su altura”, sentenció en jornada de cumpleaños para la guardameta Marinet Rojas, a quien desde bien temprano cantaron felicidades en un encuentro convertido en estímulo para saltar la gloria.
Puerto Rico tuvo en Nathalys Ceballo una pieza de mucha valía capaz de tributarle ocho goles, pero terminó en el mismo segundo escaño ocupado en Mayagüez´10, donde reinó el ahora cuarto República Dominicana, víctima de unas mexicanas que tampoco pudieron superar su bronce precedente.
Mañana se descorren las cortinas de la batalla femenina y cuba buscará dar continuidad a esta alegría.