Por Odette Díaz Fumero y Ana Margarita González
Los participantes en la Reunión Técnica de especialistas y directivos para la prevención y el enfrentamiento al virus del Ébola, que se clausura esta tarde en el Palacio de las Convenciones, de La Habana, constataron la capacidad que tiene Cuba para diagnosticar cualquier caso que pueda entrar al país.
En una visita al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, recorrieron las salas que están preparadas para la estadía de personas que llegan de las áreas de transmisión o de los países cercanos y están en estudio, así como la batería de casas de campaña donde se entrena el personal que participa o participará en el enfrentamiento a esta pandemia.
El doctor Jorge Pérez Ávila, director del centro, informó sobre las características, capacidad y la misión de la institución, que fue creada en 1937, ampliado en 1979 y traslado, en 1993, a una nueva instalación, una edificación de varios bloques que tiene un hospital y terrenos para la experimentación.
Las intensas labores que han desarrollado en los últimos meses para entrenar y capacitar a los colaboradores cubanos que ya están en los países de mayor transmisión del Ébola, y a los que en la isla enfrentarán los posibles casos, confirman aquella idea expresada por el líder de la Revolución Fidel Castro, de que es “Una institución para la humanidad”.
Algunos de los representantes de países centroamericanos quedaron asombrados por las condiciones de la instalación y la cantidad de profesionales de varias especialidades que están listos para detectar, controlar y tratar a pacientes enfermos con el virus del Ébola.
“En nuestros países no tenemos estas capacidades, y hasta el momento nos estamos limitando a controlar a las personas que llegan a nuestro país y pedirle que restrinjan sus movimientos dentro del territorio”, comentó un doctor salvadoreño.
El doctor Alberto Herrera Álvarez, especialista de primer grado en medicina interna, a cargo de la sala de vigilancia epidemiológica del IPK, explicó a Trabajadores, los procederes de la capacitación y entrenamiento que realizan a los trabajadores de la salud para enfrentar esta amenaza, así como la seguridad que tiene de que si se cumplen los protocolos establecidos para la protección es bastante difícil el contagio con el virus.
“Durante nuestra preparación nos impartieron conferencias algunos especialistas norteamericanos que habían estado 15 días en las zonas de mayor transmisión, incluso, una de ellas llevaba 15 años trabajando con enfermos de Ébola y nunca se habían infestado.
“La clave está en cumplir al pie de la letra todo lo que está establecido y exigir que quienes están más cerca de uno también lo hagan”, afirmó.
En la clausura de esta reunión se establecerán las estrategias científicas y técnicas para la prevención y el enfrentamiento al Ébola, lo cual se ha ido perfeccionando en la medida que se incrementa la preparación de los profesionales que tienen la responsabilidad de enfrentar una de las mayores epidemias que ha azotado a la humanidad en los últimos tiempos.