El cerebro humano crece más rápido después del nacimiento y logra alcanzar la mitad de su tamaño adulto a los tres meses de vida, de acuerdo un estudio científico angloestadounidense dado a conocer.
La investigación, publicada en la revista especializada JAMA Neurology, utilizó técnicas de escáner avanzadas, las cuales permitieron determinar además que los cerebros de los varones aumentan más rápido que los de las niñas, al igual que aquellas zonas involucradas en el desarrollo del movimiento respecto a las que están vinculadas a la memoria.
Los científicos indicaron que cotejar estos datos ayudará a identificar señales tempranas de enfermedades de desarrollo cerebral, incluidas el autismo.
Durante siglos, los médicos establecían el crecimiento cerebral utilizando la cinta métrica para medir la circunferencia del bebé en un período determinado. Cualquier cambio en los patrones normales suelen ser monitoreados de cerca por los médicos, ya que pueden significar problemas de desarrollo. Pero debido a que las cabezas de los bebés varían en tamaño, las medidas con cintas métricas o centímetros no siempre son precisas.
Según el estudio de los expertos de la Universidad de California (EE.UU.) y del Royal Victoria Infirmary de Newcastle (Inglaterra), por el cual se escaneó el cerebro de 87 bebés sanos desde el nacimiento hasta los tres meses de edad, los cambios más rápidos se dieron en las horas y días posteriores al parto.
Los cerebros de los recién nacidos crecieron en promedio un 1 % por día. A partir de los tres meses lo hicieron un 0,4 % diario. Descubrieron que el cerebelo, una región del encéfalo cuya función principal es la de integrar las vías sensitivas y las motoras, registra el mayor ritmo de incre mento, duplicándose en tamaño en los primeros 90 días de vida del bebé.
La región medida que más lentamente se desarrolla es el hipotálamo, la más importante para la coordinación de conductas esenciales, vinculadas al mantenimiento de la especie, además de regular la liberación de hormonas de la hipófisis, mantener la temperatura corporal y organizar conductas como la alimentación, ingesta de líquidos, apareamiento y agresión.
Esa región juega además un papel central en cómo se organizan y crean las memorias. Los expertos sugirieron que estos patrones darían cuenta de la importancia relativa de estas habilidades en la edad infante.
El pediatra Martin Ward Platt, del Royal Victoria Infirmary y uno de los autores del estudio, afirmó a la BBC que “por primera vez se publica información precisa acerca de cómo crecen los cerebros de los bebés, datos que no están basados ni en estudios postmórtem ni en métodos de escáner menos efectivos.
“Esta investigación debería proveernos de información útil ya que este es un período importante en el desarrollo de la persona. Sabemos, por ejemplo, que si hay problemas en el período posterior al nacimiento, el crecimiento del bebé puede detenerse en los primeros tres meses”.
Al evaluar a aquellos bebés prematuros, los científicos notaron que sus cerebros eran un 4 % más pequeños que aquellos de infantes nacidos tras el período normal de gestación. A pesar de crecer a un ritmo más rápido que los bebés nacidos en el período normal, sus cerebros eran un 2 % más pequeños después de los 90 días. Investigarán ahora si el consumo de bebidas alcohólicas y drogas durante el embarazo puede alterar el tamaño del cerebro del bebé tras su nacimiento.
(Publicado originalmente por Ansa. Tomado de Infomed)