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Salvador Valdés Mesa, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC), exhortó a amortizar lo más pronto posible las cuantiosas inversiones del Estado cubano en el Valle de Caujerí, emporio hortícola de la provincia de Guantánamo.
El también vicepresidente del Consejo de Estado ejemplificó que lo gastado para erigir la moderna fábrica de conservas que desde 2013 funciona en esa fértil porción de tierra cubana, podría saldarse en siete u ocho años, en lugar de una década, como contempla el compromiso oficial.
Pero advirtió que para ello es preciso disminuir los costos e incrementar las producciones de pasta de tomate, y pulpa de guayaba y de fruta bomba, rubros principales de esa industria enclavada al pie de la parte más occidental del macizo Sagua-Baracoa.
También mencionó como requisito indispensable para acortar la etapa de amortización, el esfuerzo consciente de los principales beneficiarios de la inversión, los trabajadores, para elevar la eficiencia y la disciplina tecnológica.
Valdés Mesa se refirió al papel que corresponde en ese empeño a la sección sindical, encargada de movilizar al colectivo para el cumplimiento de las tareas principales, y de formar conductas y valores que permitan a sus integrantes reconocer la justeza y elevados fines morales y altruistas del socialismo cubano.
Subrayó en ese sentido la trascendencia del XX Congreso de la CTC, durante el cual los trabajadores apoyaron resueltamente los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y se comprometieron a coadyuvar a su implementación.
Acompañado de Denny Legrá Azahares, primer secretario del PCC en la provincia, el miembro del Buró Político recibió una explicación detallada del cumplimiento del Plan Director Valle de Caujerí.
En la ejecución de ese programa actúan seis cooperativas de créditos y servicios, tres de producción agropecuaria y dos unidades básicas de producción cooperativa.
A punto de beneficiarse, en diciembre próximo, de la ampliación y modernización del sistema de riego, son esas formas productivas las encargadas de duplicar, en un futuro cercano, la mayor cosecha de ese plan agrícola (545 mil quintales de granos, viandas, hortalizas y frutas), reportada hace dos décadas (1994).
Esos cultivos –encabezados por el tomate- constituyen el fuerte del Valle, el cual el líder histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz visitó a principios de julio de 1977 y el 17 de mayo de 1981, y orientó convertirlo en un jardín agrícola, «en una especie de paraíso económico y social».
Durante el primero de ambos encuentros con los agricultores de Caujerí, Fidel explicó la importancia de sumarlos a las nuevas formas superiores de producción agropecuaria y de fomentar el desarrollo hidráulico para obtener mayores rendimientos.
(Tomada de la AIN)
