por Dennis Zulu, Jefe de programa, Oficina de Países de la OIT para Nigeria, Gambia, Ghana, Liberia y Sierra Leona
Cuando la noticia de los primeros casos del brote de ébola comenzó a ser divulgada fuera de Guinea y Sierra Leona a finales de 2013, recibió poca atención de los medios de comunicación, aún aquí, en África Occidental. Las aldeas afectadas se encontraban en lugares tan remotos que la mayoría de las personas pensaba que sería fácil controlarlo.
Como viajo con frecuencia a Freetown (Sierra Leona), la noticia me interesó de manera particular. La aldea Kenema, que se considera el epicentro del brote, era la sede de un proyecto de desarrollo de la OIT.
En agosto 2014, la epidemia se había difundido en Liberia, un país donde viví y trabajé por casi dos años, y en Nigeria donde me encuentro actualmente.
El número cada vez mayor de muertes causadas por el ébola ha sembrado el pánico y el miedo en toda África Occidental. Lamentablemente, muchos de los que perdieron sus vidas formaban parte del personal médico en la primera línea de respuesta a emergencias. Su pérdida ha afectado gravemente los sistemas sanitarios tanto de Liberia como de Sierra Leone, países que ya estaban mal equipados para hacer frente a una crisis de esta magnitud.
A lo largo de los años, la OIT ha desarrollado instrumentos y herramientas en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo que pueden ser utilizados para proteger a los trabajadores contra el contagio del ébola en el trabajo. Lea la nota informativa elaborada conjuntamente por la OMS y la OIT.
Para empeorar las cosas, muchos centros de salud en Liberia están cerrados porque su personal teme el contagio. Su temor es comprensible. En muchos casos, carecen del equipo de protección y de la formación necesaria para tratar a los pacientes con el virus del ébola de manera segura.
En toda la región, hemos constatado un mayor conocimiento sobre el ébola y cómo prevenirlo, pero aún abunda la desinformación. Los disturbios y las agresiones a los centros de salud, han sido la consecuencia. Las personas necesitan estar mejor informadas sobre lo que pasa de fuentes en las cuales confían.
Mientras tanto, la vida continúa. Las personas siguen yendo a trabajar aún en una atmósfera de preocupación general. El tradicional apretón de manos y el abrazo han cedido el paso a un saludo distante. Es común ver a personas que se frotan las manos con una solución desinfectante.
Como lo ilustran los cientos de profesionales de la salud infectados, el brote de virus ébola es una cuestión de seguridad y salud en el trabajo. Los médicos y los enfermeros no están solos. El personal de limpieza, los trabajadores que recogen los residuos, los técnicos del laboratorio y todos aquellos que están en contacto con el cuerpo, también están en peligro.
La OIT posee una larga trayectoria de trabajo con las organizaciones de empleadores y de trabajadores a fin de proteger la salud y la seguridad de los trabajadores. Los programas para informar a los trabajadores sobre la prevención del VIH/SIDA y defender los derechos de los trabajadores que viven con el VIH, son sólo un ejemplo.
Para la OIT, apoyar una respuesta más amplia al brote del ébola, significaría que los lugares de trabajo en toda la región se activen como centros de información para la distribución de folletos y opúsculos. Los mismos trabajadores pueden ayudar a divulgar la información a través sus propias redes comunitarias.
Con la información correcta proveniente de una fuente confiable, un número mayor de personas puede comenzar a tomar las precauciones necesarias para evitar la infección, lo cual ayudaría a contener la difusión de la enfermedad.
La OIT contribuirá a divulgar las directrices para manipular a los pacientes y los materiales dirigidas al personal de la salud, los técnicos de laboratorio y todos los que puedan entrar en contacto con ellos.
Nuestra labor consiste en trabajar con los sindicatos, los empleadores y los gobiernos a fin de suministrar a los trabajadores los conocimientos necesarios para protegerse a sí mismos. Esperamos que ayude a salvar vidas hoy día y también en el futuro, la próxima vez que el ébola se manifieste.
(Tomado de la Organización Internacional del Trabajo)