Con cuatro preseas y el puesto 35 en el medallero general de los II Juegos Olímpicos de la Juventud regresó a Cuba la delegación que, por más de dos semanas, representó al país en la cita universal organizada en la provincia china de Nanjing.
Para los 12 atletas y sus entrenadores tuvo palabras de elogio Heriberto Suárez, quien fungió como jefe de la comitiva en tierras asiáticas, “a este grupo lo hemos catalogado como titanes, pues con pocos deportistas en siete disciplinas se obtuvieron dos títulos, una plata y un bronce, sin dudas fue una meritoria actuación”.
Los pugilistas Javier Ibáñez y Yordan Hernández —ambos campeones mundiales juveniles— fueron los encargados de tirar del carro cubano con sus preseas doradas. “La pelea final contra el croata Filipi fue mucho más cerrada que en el Campeonato Mundial, y el torneo en general fue más exigente” explicó Hernández, quien aseguró guardar excelentes recuerdos de esta olimpiada al igual que su compañero Ibáñez; este último agregó que “el resultado obtenido es el fruto de todo un año de trabajo enfocado en esta competencia”.
Otro de los laureados, el judoca Iván Felipe Silva (bronce), explicó que en su disciplina el certamen fue muy exigente, así mismo fijó su próxima meta en el Campeonato Mundial de la categoría, el cual será celebrado en octubre próximo.
Sobre Iván, aseguró Suárez que el joven impresionó a muchos entrenadores por su calidad como atleta, la cual corroboró al ser invitado al campo de entrenamiento celebrado en la misma ciudad por equipos europeos una vez finalizada la justa olímpica.
Por otro lado, Suárez insistió en que sería injusto comparar cuantitativamente la actuación alcanzada por Cuba en Singapur’10 con la actual, pues a la primera edición de los juegos la isla asistió con 43 deportistas y una mayor gama de disciplinas.
Bajo el precepto de “compartir los juegos y los sueños”, Nanjing acogió por dos semanas a más de 3 mil 700 atletas de 204 países, quienes disfrutaron de la hospitalidad y la milenaria cultura local, al tiempo que convertían el certamen deportivo en una verdadera fiesta de juventudes.