La historia del Valle de Mayabe, donde se encuentra enclavado uno de los principales complejos recreativos de Holguín, se repetía con anterioridad todos los años, cuando abría al verano con muchas de sus unidades en mal estado o fuera de servicio.
Era tal el cúmulo de quejas y críticas acerca de los equipos que permanecían rotos en el parque infantil El Mambisito, la falta de agua en las piscinas o el mal estado del restaurante La Patana, entre otras dificultades, que algunos llegaron a llamarle el valle de los lamentos.
Pero por suerte para los holguineros la situación del parque turístico José Martí comenzó a transformarse desde mayo último, cuando se decidió cerrar y acometer un ambicioso programa de reparación capital de sus principales instalaciones.
El esfuerzo realizado por trabajadores de las empresas constructoras del Poder Popular y de Obras Industriales, Servicio al Turismo, Cometal, Comunales, Forestal y los talleres de Asertec, que mereció reconocimientos de las direcciones del Partido Comunista y el Gobierno en la provincia, permitió dejarlas listas para el verano.
Las transformaciones son apreciables en cada uno de los centros, los cuales quedaron como nuevos y en algunos casos en condiciones de ofrecer servicios superiores, pues sus capacidades fueron ampliadas o mejoradas las instalaciones.
Una buena muestra lo constituye el parque infantil, donde se repararon y pusieron a funcionar todos los equipos, algunos de los cuales llevaban tiempo sin funcionar, como las bicicletas aéreas, la casa de los muñecos y los aviones cazas y se le agregaron otros medios y una cafetería y se le dio acceso a los cuentapropistas, al tiempo que se ofrecen presentaciones artísticas.
La Casa del Campesino se rebautizó con razón El Guajiro Natural, no sólo por rendir homenaje a Polo Montañez, sino porque ahora brinda más y mejores ofertas, pues se le adicionaron diez caneyes y luce una nueva imagen.
La Patana, un restaurante flotante que está anclado en la presa Mayabe y estuvo a punto de hundirse tras el paso de los ciclones, fue recuperada, se le cambiaron todas las estructuras en mal estado y se impermeabilizó.
El reservado ubicado debajo de la cubierta de esta singular instalación se climatizó con equipos nuevos y de mayor potencia, al tiempo que a un costado del puente de acceso se le adicionó una base náutica, la cual fue equipada con bicicletas acuáticas.
Los trabajos de reparación capital incluyeron también el cabaret Flor de Teca, la pizzería Mayabeque, el bar piscina, la parrillada Campestre y el centro de elaboración, así como el Club de Cazadores, perteneciente este último al INDER.
Los valores naturales del Valle de Mayabe, donde predominan hermosos paisajes con abundante y variada vegetación y corrientes fluviales, quedaron realzados con los trabajos de acondicionamiento de la jardinería y el césped, acometidos por Comunales y Emprestur.
Se trata de una inversión de casi dos millones de pesos, de ellos 300 mil pesos convertibles, que en una segunda etapa comprende el rescate del restaurante El Castillito, edificación colonial muy deteriorada en la cual ya se labora, y la parte pendiente de la piscina, y montar un vagón restaurante en el parque infantil, entre otros objetos, según confirmó Sandro Batista, director de la Empresa Municipal de Gastronomía.
La transportación masiva hacia el parque turístico José Martí, distante unos ocho kilómetros de la ciudad de Holguín, se ha reforzado con varias rutas de ómnibus urbanos, en correspondencia con el incremento de la demanda en la etapa veraniega.
Queda ahora por delante completar los objetivos trazados en la segunda etapa del proyecto de rescate y, sobre todo, garantizar el cuidado y mantenimiento de las rejuvenecidas instalaciones para que el Valle de Mayabe vuelva a reinar entre los sitios preferidos de los holguineros.