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La ciudad de Camagüey desde hace varios días presenta un panorama nada halagüeño si de epidemiología se trata. La mala higiene ha pasado factura y las enfermedades proliferan, por lo que la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en la provincia lanzó un llamado a los obreros de las zonas más complejas para contribuir con la campaña de higienización.
A través de los cuadros sindicales, quienes se responsabilizan de un área de salud, se realizó primero la convocatoria al apoyo voluntario y luego a la higienización de cada centro laboral en conjunto con el Ministerio de Salud provincial.
“Seguirán hasta que la dirección de la provincia lo estime”, aseveró José Luis Menéndez Coronado, miembro del secretariado provincial de la CTC, quien más adelante explicó que los participantes se encargan además, de controlar la audiencia sanitaria, así como la toma febril de los trabajadores en cada entidad y la limpieza de esos locales.
Por su lado el sindicato de salud asegura el aumento del nivel de conciencia mediante conversatorios en los políclinicos y la Asociación de Innovadores y Racionalizadores del territorio junta neuronas para reparar los equipos de fumigación y diseñar nuevos aparatos de flit, los cuales contribuían a la desinfección de los hogares, aunque ya no se comercializa el líquido necesario.
Pero los “sindicateros” no son los únicos voluntarios, y eso lo demuestran los representantes de los colectivos de la fábrica de galletas La Paloma y Chocolé, quienes propusieron, sin esperar “embullos de arriba”, sus locales para reenvasar hipoclorito.
La empresa de Farmacias y Ópticas de la provincia solo se encargaría de la asesoría técnica, de llevar el cloro y los frascos; pero a pesar del alivio que esto significaría, la demora burocrática entorpece el éxito y nada sucede.
Fotos: Otilio Rivero Delgado
