Cargando...
Era el día perfecto. Todo el estrés de cinco años de estudio y de corredera para hacer una buena evaluación final había culminado. Solo sonrisas nerviosas y alegres adornaban el entorno de la Plaza de San Juan de Dios que acogió, por esta vez, la graduación de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte y Loynaz (UC), que se alista para su integración con las homólogas de las Ciencias Pedagógicas y de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte.
Cerca de mil 371 egresados de 22 especialidades y de ellos 27 extranjeros de casi 15 países recibieron los títulos que los acredita como licenciados e ingenieros en esta la fiesta de la ciencia y la conciencia, del conocimiento y el compromiso.
“Formar profesionales que lleven desde el campo a la ciudad los conocimientos teóricos y científicos, pero con una alta dosis de humanismo ha sido la misión más importante de las universidades en Cuba”, aseveró el licenciado en periodismo Diosmel Galano Oliver, alumno integral que compartió la categoría con Daysel Pimentel Pérez de la facultad de Ciencias Sociales y Laura Gabriela Gómez Porte, de Química.
La enseñanza a distancia y el sistema de universalización, estructuras educativas creadas hacecerca de una década y que funcionan en doce de lostrece municipios camagüeyanostambién hicieron un aporte de 850 profesionales, que contribuirán al desarrollo local en diferentes especialidades.
Desde aquella primera graduación en diciembre de 1972, ya suman más de 30 mil profesionales graduados en la primera Universidad fundada por la Revolución que dedicó la graduación del curso 2013-2014 al 61 aniversario de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, al 56 del triunfo de la Revolución cubana y a la lucha por la liberación de los Héroes Prisioneros del Imperio.
Mi apellido está mal. Es Martínez. Una simple ojeada o revisión del editor lo hubiera solucionado hace diez años. Es Martínez.