Mediante una prosa cuidada, sencilla y con ejemplos ilustrativos, sin dejar a un lado el rigor y la seriedad propios de un texto académico, Rafael Correa Delgado, presidente de la República del Ecuador, en su libro de De Banana Republic a la No República, explica cómo el neoliberalismo ha sido, desde su punto de vista, “una noche larga y triste en la historia”.
El texto constituye un haz de artículos académicos realizados por Correa en los últimos 15 años en los que critica el paradigma neoliberal adoptado por los Gobiernos sucesivos, desde 1979, a partir del llamado retorno a la democracia. Enfatiza, además, en la dolarización y “la falacia del libre comercio”.
Reseña la economía ecuatoriana agroexportadora desde mediados del siglo pasado, basada en el monocultivo, que mereció el calificativo -nada honroso- de “banana republic”. Recuerda, asimismo, el proceso de dominación política en Ecuador del sociólogo ibarreño, Agustín Cueva Dávila, que analiza el período con una visión sistémica o complejizante en lo económico, en lo político y en lo intelectual o ideológico.
Cueva considera que es el desarrollismo lo que caracterizó a los Gobiernos de Galo Plaza, Velasco Ibarra y Camilo Ponce, regímenes que coincidieron con el llamado “boom bananero”, objeto de análisis en la obra de Correa.
El mandatario sostiene que la economía del Ecuador se ha destruido durante los últimos 30 años y ha surgido la no república, que justifica el título del libro.
Rafael Correa rompe lanzas en contra de lo que se podría llamar el colonialismo intelectual en el contexto latinoamericano, pues en las últimas décadas “se ha dejado incluso de pensar”, proliferando en la región una grave “crisis de pensamiento”, ya que las líneas ideológicas provenían del Norte y ante ellas no se presentaban respuestas originales, sostiene quien es uno de los adalid del socialismo del siglo XXI, y que aspira a ser una respuesta política e intelectual propia emanada de las actuales condiciones de América Latina y el Caribe.
Entre las aspiraciones del autor con este título es que “ayude a la verdadera liberación de nuestros pueblos, por medio del conocimiento y la comprensión de las barbaridades que se han hecho con nuestros países, y que sea un aporte más para nunca volver al pasado”.
El libro está impreso por la editorial ítalo-alemana Randon House Mondadori, con un tiraje de 12 mil ejemplares, su prologuista es el economista argentino, Mario Cimoli, director de la Comisión Económica para América Latina, y contiene 200 páginas.
Del Autor
Rafael Vicente Correa Delgado (Guayaquil, Provincia de Guayas, Ecuador, 6 de abril de 1963) es un político y economista ecuatoriano. Es el actual Presidente de la República del Ecuador desde su victoria en las elecciones presidenciales del 2006, y reelecto para el cargo en las elecciones del 2009 (año en que fue presidente pro tempore de la Unasur), y reelecto presidente de Ecuador, por tercera vez, en las elecciones presidenciales del 2013.
Correa fue ministro de Economía en el Gobierno de Alfredo Palacio en el 2005. Tras su ruptura con el Gobierno fundó el movimiento político Alianza País, con el que ganó las elecciones del 2006, asumiendo el cargo de Presidente el 15 de enero del 2007. Durante su primer mandato impulsó la promulgación de la constitución ecuatoriana vigente. Actualmente promueve un cambio constitucional para establecer que sean indefinidas las reelecciones presidenciales en Ecuador.
La conclusión a la que arriba Correa en esta propuesta literaria es que “el continente americano requiere de políticas y de verdaderos empresarios que promuevan relaciones más justas entre capital y trabajo, es decir, un camino hacia el equilibrio social y la erradicación de la pobreza”.
Crédito foto: Diario El Mundo
Vaya, otro que no quiere bajarse del trono. Lo digo con respeto. ¿Por qué quiere ser el presidente eterno? ¿No hay más nadie en Ecuador que pueda ser presidente, incluso dentro de su mismo partido político? Eso no me parece muy democrático ni moderno. Está contagiado con el apego al poder. Menos mal que en Cuba ya acabamos con esa costumbre.