“Nosotros tenemos una gran confianza en nuestros campesinos y sabemos que con ellos podremos llegar hasta donde sea, hasta el fin del mundo, a cualquier objetivo, a cualquier meta.
“…ayer luchábamos por tener este presente; pero hoy también tenemos que luchar por defender esas conquistas, por defender esos derechos, por defender este presente y a un futuro superior.”
Estas frases que parecieran ser dichas hoy, fueron expresadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en un enérgico discurso, en el Valle de Caujerí, el 17 de mayo de 1981, momento en el que los campesinos guantanameros obtienen, por vez primera, la sede nacional por el 17 de Mayo, 28 años después la historia se repetiría, en el 2009, y nuevamente en este 2014, en el que los hombres y mujeres del campo del territorio más oriental de Cuba, volvieron a conquistar tan alto reconocimiento.
Verdadero respaldo popular a la Revolución cubana expresó nuevamente el pueblo de Guantánamo durante la realización del Acto Nacional por el Día del Campesino cubano, y en el aniversario 55 de la firma de la primera Ley de Reforma Agraria.
Ley que agudizó las contradicciones entre el naciente gobierno revolucionario cubano y el gobierno de los Estados Unidos, que vio dañados sus intereses latifundistas en la Isla. Legislación además que daba cumplimiento a uno de los preceptos del Programa del Moncada y que hacía dueños de la tierra a quienes verdaderamente la trabajaban.
Y fue precisamente por Guantánamo, por donde comenzó la Reforma Agraria con la entrega de las 6, 71 hectáreas de la finca Fruta del Pan, asentándose en el Registro de Propiedad de Baracoa, con el folio 250 vto, tomo 55, inscripción número 879, el título propiedad de la tierra a nombre de Engracia Blet Plumier ysus hijos, y el que también se le confirió a otros mil 500 campesinos guantanameros.
Por lo que no es casual que en esa época, en el parque Hatuey, de la Primera Villa de Cuba, un cartel citaba la frase del Comandante en Jefe: “Vamos a comenzar a darle la tierra a los campesinos por donde mismo comenzaron a quitárselas los conquistadores, por Baracoa”.
Con la Reforma Agraria comenzaron a hacerse realidad las demandas por las que se batalló durante siglos, y que tuvo enGuantánamo un territorio testigo de innumerables luchas, entre las que destacan la de los campesinos de las zonas de Caujerí y del Vínculo, esta última tiene como líder a Niceto Pérez García, símbolo de intransigencia revolucionaria, y quien fuera asesinado el 17 de mayo de 1946 por órdenes del terrateniente Lino Mancebo, que pretendía apoderarse de las tierras de la finca “La María Luisa”, cultivada por el labriego.
En la región guantanamera un veterano de la guerra de independencia llamó a los campesinos a sumarse a su organización y sus luchas que tenían como escenario las lomas del Realengo 18.El nombre de aquel líder es Lino de las Mercedes Álvarez, quien, junto a sus apalencados, bajo el grito de Tierra o Sangre, impidieron que apetencias geófagas se apoderarán de las parcelas que ellos cultivaban.
En un agudo reportaje Pablo de la Torriente Brau, deja plasmado su impresión del significado de las luchas campesinas del Realengo 18, al escribir “… es el comienzo, ya organizado y con decisión, de un movimiento campesino por la recuperación de las tierras. Es algo así como el preludio de la Revolución Agraria”.
Ese mismo espíritu de combate del campesinado guantanamero estuvo presente en su incorporación y apoyo a las fuerzas rebeldes del Segundo Frente Oriental Frank País García, dirigidas por el entonces Comandante Raúl Castro.
Hoy, el sector campesino en Guantánamo aporta más del 83 por ciento de los alimentos que se comercializan en el territorio
En la última etapa los campesinos dieron su aporte decisivo en el cumplimiento de sus planes de producción en las zafras cafetaleras y azucareras, y excepto en la leche, cumplen con el resto de las producciones agropecuarias.
Pero más allá de falsas vanaglorias, los resultados obtenidos, hasta la fecha, sirven de impulso a los labriegos del Alto Oriente cubano para lo mucho que puede lograse en el aumento de los niveles de producción de alimentos, a partir de las posibilidades existentes en el territorio.
Inspirados en la máxima deFidel, en su discurso en el Valle de Caujerí cuando señaló “¿Debemos, acaso, sentirnos satisfechos y conformes con lo que hemos logrado? ¿Habremos avanzado suficiente, o podemos avanzar más? Pienso que podemos avanzar más en todo, en todo”. Y más adelante el líder de la Revolución reafirmaba “…Podemos ser y debemos luchar por ser todavía más eficientes, por mejorar los servicios y la producción”. “…Hablando aquí, entre campesinos, es mucho todavía lo que podemos hacer en la agricultura”.