Apicultores de Las Tunas encontraron en Buzón abierto el camino para solucionar el atraso en el pago de sus producciones. Así también ocurrió con el pinareño Manuel Pimentel, priorizado en el plan para que su tractor sea remotorizado.
Igualmente el colaborador de la Salud Ronit Rosales vio liberados los nudos que obstaculizaban el cobro de su cuenta especial por cumplimiento de misión. Esas son algunas de las satisfacciones que deja al colectivo de Buzón abierto, la gestión a la correspondencia en el primer cuatrimestre del actual año.
Sin embargo, entre los descontentos tenemos que a pesar de respuestas con lugar, en algunas provincias persisten en las trabas para dar la solución definitiva. En esa situación se mantenía hace pocos días Pedro Rodríguez, porque en Granma no le reconocían el derecho de cobrar por su categoría docente.
Vamos por el récord anual
De enero a abril último fueron tramitadas 363 cartas, 240 de ellas recibidas por correo electrónico y las restantes por vía postal, la mayor parte (210) dirigidas al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y a la CTC, evidencia de que las quejas y dudas están relacionadas con el perfil de esta publicación.
No obstante, hubo otras que necesitan indagaciones y contesta de organismos de la administración central del estado (OACE), sobre todo las vinculadas con asuntos laborales, que ocupan el primer lugar en la tendencia de temas, seguidos por los sociales, la seguridad social y los sindicales.
Las estadísticas emanadas del lapso analizado satisfacen algo más que la curiosidad por los guarismos, en lo cual hay una contribución nacional, pues a nuestra sección llegaron misivas desde todas las provincias y el municipio especial de Isla de la Juventud. Pero, como es lógico, el número sobresaliente recae en La Habana, seguida esta vez de todos los territorios orientales.
Una particularidad es que las soluciones, en su mayoría competen a los OACE, salvo en el caso de la capital, de donde proceden 56 cartas, 24 de las cuales fueron tramitadas para el consejo de la administración provincial (CAP), aunque desconocemos el resultado de nuestra gestión.
Trabajadores de casi todos los sectores siguen acudiendo a Buzón abierto para cursar sus quejas e inquietudes, en no pocos casos luego de dilatada espera a su reclamación en diferentes instancias.
Siempre que tramitamos las cartas tenemos presente el objetivo No. 16 de la Primera Conferencia Nacional del Partido, que insta, entre otras obligaciones, (…) a “que las respuestas se brinden con el rigor y la celeridad requeridos”.
Recordamos además las valoraciones de expertos sobre el tema en la CTC, para quienes algunas situaciones necesitan más tiempo en la contesta, pues implican una investigación, pero al no existir el término de 60 días, la regla debe ser que esto se haga de manera rápida y oportuna.
Por eso nuestra permanente insatisfacción con la cifra de respuestas recibidas, a pesar de que posiblemente constituya un récord para el período en esta sección, pues se computan 85, o sea, la cuarta parte de las cartas gestionadas.
Vale aclarar que ha dado positivos frutos la estrategia trazada entre la CTC y nuestro semanario respecto al trámite de la correspondencia, tanto en cantidad como en el orden cualitativo, a partir de que los sindicatos profundizan más en los argumentos.
En cuanto a la clasificación de las respuestas existe cierta paridad entre las declaradas sin lugar (42) y con lugar, en proceso y aclaraciones que totalizan 43. En el primer grupo pesan reclamaciones fuera de término, entre otras razones, porque el trabajador no acudió al órgano de justicia laboral o a su representación sindical, y decidió recurrir a instancias administrativas que no dirimen asuntos laborales.
Igualmente faltó razón en algunas reprobaciones a procesos de reordenamiento y disponibilidad laboral, tras la que se halla insuficiente información y explicación a los trabajadores.
También varias cartas sin lugar tuvieron como denominador común la omisión de elementos importantes y falsedad de datos y hechos, lo cual desdice de la honestidad de los promoventes y atenta contra la transparencia en la gestión que realizamos.
Pero esos y otros elementos relacionados con la comunicación epistolar y digital entre Buzón y sus lectores los trataremos en un próximo comentario.