Canchánchara: trago ardiente (+ fotos)

Cuando el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar llegó por vez primera a la futura Trinidad ─en paso a la Bahía de Jagua─ de seguro por aquellos contornos nadie conocía ese coctel exquisito al que hoy todos conocen como canchánchara, al decir de muchos una de las peculiaridades de la antigua villa de la Santísima Trinidad.

Allí, grabada en madera nacida de la fertilidad de la tierra que guarda el cercano Valle de los Ingenios, la receta del trago: “Muy de cerca de laantigüedad le ofrece esta bebida, porque del mambí fue vida, en su dura realidad; renace aquí en Trinidad en su sabor excelente: canchánchara, trago ardiente en cuya elaboración se deposita limón, miel de abejas y aguardiente”.

Aunque la taberna Canchánchara no tiene los 500 años de la ciudad de Trinidad ─el lugar que ocupa data del siglo XVII─ es, sin duda, sitio obligado para los muchísimos vacacionistas que deciden caminar las calles adoquinadas de la parte vieja trinitaria.

Por aquellos años el acaudalado Nicolás Vélez compra el derecho sobre el terreno y construye la casa, pero ni por asomo pensó que la morada pasaría a ser una de las joyas de la ciudad.

De familia en familia anduvo la vivienda, que llegó a tener más de 10 esclavos, según  cronistas de la época. En 1984, y de mutuo acuerdo con los inquilinos de entonces, el lugar se convierte en la Casa de las Infusiones; y en 1994 nace la actual taberna.

Pero el trago, aunque muchos crean lo contrario, no es oriundo de esta zona del centro sur cubano. Nació en la parte más oriental del archipiélago en la época de las Guerras de Independencia  realizadas por los cubanos.

Los mambises lo tomaban caliente como un trago nutritivo y tonificante, que les servía para soportar el frío de la manigua y contrarrestar, en alguna medida, las consecuencias de encarnizadas cargas al machete. Así, la mezcla de sus fuertes ingredientes, les permitían calentar el pecho y protegerse de diversas afecciones respiratorias.

Servida en una pequeña cacharrita de barro, la bebida hace las delicias de quien visita el lugar, atendido por la empresa Palmares y único del país con ese trago. Claro, el hielo hoy forma parte de una receta siempre recomendada en época de calor.

Hoy son 8 trabajadores en tres turnos de labor. A cualquier hora allí le será servida su canchánchara. Silvia Gutiérrez es la administradora desde hace un año.

¿Planes para este año? Preven cumplimentar un plan de 211 mil dólares. Un año antes superaron ampliamente sus previsiones y  concluyeron el período con 202 mil dólares.