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Está más que comprobado: Isabel Bustos siempre se las arregla para recrear ambientes. Con muy pocos elementos: hojarasca, algunas luces, bailarines vestidos de negro. La atmósfera se instaura desde el movimiento, desde las secuencias dotadas de un aire de solemnidad. Los que conocen la obra de la coreógrafa ecuatoriana radicada en Cuba saben de lo que hablo. Su más reciente estreno, Retornos: Gente y ciudad, se suma a un considerable repertorio con semejantes presupuestos. A algunos podría parecerles cacofonía. A este redactor cree que es reafirmación.
Con Retornos… quedó abierto en la noche del miércoles el XIX Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos “La Habana Vieja: Ciudad en Movimiento”, que concluirá el próximo domingo en las calles y plazas del centro histórico de la capital. El público repletó la Plaza de Armas, en los alrededores del escenario creado en la calle de madera, locación tradicional de las aperturas de la cita.
Justo cuando sonó el cañonazo de las 9:00 p.m. los bailarines salieron a “la escena”, siguiendo una pauta francamente ritual: hombres y mujeres siguiendo un camino de hojas secas, haciendo ellos mismos el camino. Poco a poco la obra fue ganando en cuerpo e intensidad. La metáfora es más que clara: el entramado de la danza evoca un entramado mayor: el de la ciudad, pletórico de encuentros. El diseño coreográfico es el habitual (esta es una creadora de fuerte vocación estilística), los bailarines lucían perfectamente comprometidos con la obra.
El Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos reúne a bailarines, profesores y especialistas de más de una decena de países y de casi todas las provincias cubanas. El programa es amplísimo: todas las tardes hay pasacalles y espectáculos en varios escenarios de la ciudad vieja. La cita logra con creces el objetivo de involucrar al público en las dinámicas artísticas.
