“Todavía quedan cuatro metros de desplazamientos, que en términos estrictos, y en una forma muy bruta de decirlo, equivale a un terremoto de la misma magnitud”, expresó Arturo Belmonte, del Departamento de Geofísica de la Universidad Concepción, en relación con la actividad telúrica de Chile.
Tras las numerosas réplicas desde el martes pasado, las autoridades se mantienen alertas ante nuevas eventualidades. Las declaraciones de los científicos refuerzan los temores.
También Marcelo Lagos, el geógrafo que la semana pasada predijo el sismo de magnitud 8,2, declaró que “la zona tiene características que podrían incidir en un nuevo temblor de gran intensidad”, por lo que “hay que estar alertas”.
El temblor del martes ocurrió tras una intensa actividad sísmica en la zona desde mediados de marzo, a causa del choque entre las placas de Nazca y Sudamericana.
La actividad de estas placas ha causado al menos un terremoto de gran magnitud cada siglo en la región, siendo el último de ellos en 1877. Sin embargo, Comte señaló que los expertos todavía no pueden determinar si el fuerte temblor de magnitud 8,2 podría haber sido el gran sismo del siglo que se esperaba.
(Con información de RT)