La edificación donde funciona la Colonia china de Holguín sigue sin entidad que se ocupe de repararla, debido a la excesiva demora en los trámites legales para su adjudicación definitiva a alguna persona jurídica.
Tal situación fue criticada con anterioridad en este semanario, y ahora recobra relevancia. Trabajadores del restaurante ubicado en ese lugar presentan su inquietud, pues en octubre del 2013 por un derrumbe parcial en el portal del establecimiento, este fue cerrado y la mayoría del personal reubicado.
El problema se reitera por incumplimiento del dictamen que establecía traspasar el inmueble a Cultura, para que esta alquilara una parte a Gastronomía y, además, atendiera a la Asociación China como organización cultural.
En nombre del colectivo, Yanelis Peña, secretaria general de la sección sindical, dice que están preocupados, pues hoy ocupan plazas temporales. La realidad indica que estas aspiraciones quedaron truncas sin avizorarse solución, de acuerdo con lo planteado por Sandro Batista, director de la empresa de Gastronomía, quien confirmó que el restaurante fue cerrado por mal estado del local. Tampoco pueden repararlo, porque no forma parte de los activos de esa entidad, y la decisión ha sido “reubicar de forma definitiva al ciento por ciento de los trabajadores”.
Por su parte, Narciso Hung, vicepresidente de la Asociación de Descendientes de Chinos en Holguín, reiteró que continúan empeñados en lograr la propiedad del local y la inscripción como organización no gubernamental.
Ante la extensión del dilema y las demandas de la Asociación China, el Consejo de la Administración Provincial, según uno de sus vicepresidentes, Yanet Doimeadiós, se pronunció a favor de retirar los servicios gastronómicos y hacer una reevaluación integral del caso. Ojalá que el análisis demore menos que el inminente derrumbe de la instalación, y los holguineros puedan degustar nuevamente la especialidad de la casa.